domingo, 4 de septiembre de 2016

creepypasta: El Hombre Del Autobús





EL HOMBRE DEL AUTOBÚS 





¿Por qué las personas seguimos rutinas?
Tal vez porque así la vida es más fácil, tal vez porque de este modo podemos recordar más fácilmente las cosas, posiblemente porque gracias a una monotonía no tenemos que enfrentarnos a resultados completamente inesperados, a decir verdad el motivo no importa mucho, tan solo lo hacemos y eso es solo lo único que importa, pero…
¿Qué sucedería de no ser así?
¿Qué sucedería si no siguiéramos rutina alguna?
¿Qué sucedería si dejáramos a un lado la monotonía?

La respuesta más evidente es el caos, sin un orden que seguir es lo único que queda, una serie de resultados improvistos, sin motivo ni causa aparente.

Seguramente al igual que yo sigues una rutina, un horario, es lo que las personas suelen hacer; adivinaré, levantarte, arreglarte, ir a la escuela o el trabajo, llegar a casa a hacer los labores restantes y dejar tu tiempo libre para descansar… o posiblemente descanses durante gran parte del día y termines haciendo tus pendientes a última hora… la verdad no importa cuál sea tu rutina, tampoco importa lo eficiente que sea, mucho menos lo conforme que estés o no con ella, el caso es que la tienes, aun que tan solo sea durante un par de horas al día, sabes perfectamente que ese determinado día a esa determinada hora tendrás algo que hacer…

Te daré un consejo, me importa una mierda si lo escuchas o no, pero te recomiendo que pongas atención a lo que diré… Nunca. Salgas. De. Tu. Rutina.
¿Qué porque lo digo?
Bueno, en realidad la respuesta es bastante simple, e incluso la he mencionado más de una vez en lo que va del texto; nunca sabes lo que encontrarás si sales de ella, podrías llevarte un lindo recuerdo, o una aterradora experiencia.

Mi nombre no importa, la gente que cuenta este tipo de cosas comúnmente no dice su nombre, así que seguiré su ejemplo.
Tan solo soy una persona con una vida ajetreada como cualquier otro de mi edad: levantarme temprano para asearme, tomar el trasporte, ir al trabajo y después regresar a casa a terminar mis deberes para finalmente descansar con mi escaso tiempo libre.
Si aquel día hubiera sabido lo que vería al fondo del autobús sin duda alguna hubiera preferido ir caminando…

Harto y cansado de seguir la misma rutina día tras día, tomé la decisión de subir al siguiente autobús sin importarme al lugar que me llevara, tan solo tenía planeado faltar ese día al trabajo, después vería que pretextos le pondría a mi jefe.
Si no mal recuerdo, el siguiente que llegó fue la ruta 56, no solo nunca había subido a él, si no, que nunca antes lo había visto pasar por ese lugar, hasta donde tenía entendido, de la ruta 40 en adelante transitaban por la parte norte de la ciudad, sin duda alguna era algo muy extraño ver a ese autobús en la parte sur, pero, sin importarme eso, subí a él, porque tenía la total determinación de hacer algo diferente, tenía la total determinación de cambiar las cosas.

Al subir, el chófer me resultó algo tétrico, tenía un notoriamente mal estado de salud, incluso me aseguré de sentarme algo lejos de él después de pagar mi pasaje.
En un principio no puse mucha atención en donde me había sentado, lo que si noté fue que el vehículo se encontraba prácticamente vacío, además de mí y el conductor, tan solo había otro hombre en el autobús, y sin entender como había sucedido terminé sentado a su lado.
Misterioso, tétrico, escalofriante, aterrador, todas aquellas palabras quedan cortas para lo que aquel hombre era…

Yo me encontraba sentado en la columna de la izquierda, mientras que este hombre se encontraba en la misma fila que yo, pero en la columna derecha.
A esa distancia podía escuchar perfectamente lo que decía, pero… por algún motivo lo único que salía de sus labios era mi nombre… por algún motivo repetía mi nombre una y otra vez…
Que un hombre con un parche en su ojo derecho, ropa rasgada que dejaba al descubierto parte de su cuerpo, una gran y sangrante herida en su mejilla izquierda, y de cuyo pantalón goteaba sangre, que un hombre como el conociera mi nombre, y apenas subido yo al autobús él no dejara de decirlo, sin duda alguna eso era aterrador…

Cualquier persona hubiera pensado que trataba de un hombre que recién había sufrido un accidente, y que aquel nombre que decía no era el mío, más se trataba solo de una coincidencia… pero… yo estaba seguro de que no era así, tenía una extraño presentimiento en cuanto a aquel hombre, era como si algo dentro de mí me estuviera gritando que me encontraba en peligro, como si algo en mi interior me implorara por que bajara del autobús.

Si hubiera pasado un minuto más con ese hombre sin duda alguna hubiera hecho todo lo posible por bajar, incluso romper una ventana, pero antes de que yo me pusiera de pie, aquél hombre comenzó a reír a carcajadas, era un risa aterradora, una risa siniestra que estremecía el cuerpo; aun riéndose se levantó del asiento y pidió su parada, cuando él ya había bajado debí sentir una gran tranquilidad, si no fuera porque mientras bajaba, me dijo:

-          Nunca debiste subir.

Estaba completamente seguro que se refería a mí, no había duda de ello, no había nadie más en el autobús, y el chófer se encontraba tan lejos que no escucharía las palabras del hombre… pero, la cuestión de aquello era… ¿Por qué decirme eso…?

Segundos más tardes y sin que yo pudiera bajar, el autobús pasó por un túnel, cosa que era muy extraña, ni en mi ciudad, ni en las vecinas había tal cosa, simplemente no podía entender como tal infraestructura se había construido tan rápido.
Ya no tenía más opción que esperar, era más que evidente que no podría bajar en ese momento, tan solo lo podría hacer cuando el autobús saliera del túnel, cosa que desconocía cuando sucedería.

Después de 5 eternos minutos, lo cual era demasiado considerando que trataba de un túnel, finalmente salimos de ese lugar, e inmediatamente me bajé del vehículo, el túnel no era algo extraño en lo absoluto, fuera de su gran extensión, era como cualquier otro que haya visto dentro de mi país, pero… lo que si era extraño fue lo que vi saliendo…
Casa, edificios, construcciones, vehículos, todo era completamente diferente, no reconocía nada, era como si me encontrara en alguna ciudad, no, en algún país completamente diferente.
Intenté pedir indicaciones, pero las personas actuaban como si no me pudieran ver, también pude notar que estando en ese lugar no podía leer ninguna clase de letrero, estaba seguro de que se encontraban escritos en español, o inclusive en inglés, pero no podía leer absolutamente ninguno de ellos.

Aterrado y extrañado por todo lo que sucedía, regresé el túnel, estando sobre su parte central aparentemente hecha para el cruce de peatones, tenía pensado caminar durante varios minutos, siendo que en autobús me tardé alrededor de 5, esperaba que fueran 15 o más minutos, pero, extrañamente, apenas trascurridos lo que yo diría fueron 30 segundos, y tan solo a unos cuantos pasos, ya me encontraba al otro extremo del túnel…
Tras salir pude notar que todo ya me era reconocible, me encontraba nuevamente en mi ciudad, vehículos y casas los conocía perfectamente, y podía leer todo aquello que mi vista pudiera alcanzar a ver.
Al mirar tras de mi pude notar que no había túnel alguno, no era como si hubiera caminado tanto que el túnel quedara tan atrás al punto de no llegarse a ver, estaba completamente seguro que al salir solo había dado un par de pasos, más parecía que el túnel había desaparecido, o… inclusive, era posible que nunca estuviera en ese lugar…

Al mirar mi reloj de muñeca noté que era exactamente la misma hora a la que había subido a la ruta 56, no entendía como eso era posible, pero no le di mucha importancia, tan solo tenía planeado regresar a casa y descansar, todo lo sucedido era ya demasiado extraño como para procesarlo tan fácilmente… pero… al pasar por un puesto de periódicos, sentí como si algo me atrajera a ese lugar, como una gran fuerza de la cual no te puedes liberar…

Dentro de la primera plana del periódico local, no podía creer lo que leía, y menos aún, lo que estaba viendo… se encontraban las fotos del chófer de aquella ruta y el hombre que estaba dentro del autobús; el encabezado decía:


RUTA 56 SE DESVÍA DEL CAMINO LA MADRUGADA ANTERIOR, CHOFER Y ÚNICO PASAJERO TERMINAN MUERTOS

No hay comentarios.:

Publicar un comentario