domingo, 10 de julio de 2016

La Ninfa De La Lluvia (creepypasta)





podrás ver la historia en: https://youtu.be/1d3BClQjoPg (a partir del 13/07/2016)




-          Lo admito Dylan, sin duda alguna me has sorprendido, no has tardado prácticamente nada en escribir esta historia.
-           Venga, lo que sucedes es que no era tan extensa como la anterior, pero bueno, ¿Qué esperas?, comienza a leer, no tengo todo el día.
-          Vamos, ya, tranquilo, lo haré, y te puedo asegurar que me gustará… La ninfa de la lluvia ¿he?; creo que ya sé por dónde va esto, pero será mejor que la lea antes de sacar mis conclusiones.















































-       Lo juro, ella, ella se llevó Cristopher, fue ella, era Melany,    ¡LO JURO!

















-          Dylan, explícame que fue lo que sucedió exactamente.
-          Lo mismo me gustaría saber, lo que exactamente sucedió.
-          Déjate de juegos, ¿Qué le dijiste a Meyer cuando hablaste con él?
-          Le advertí del ciclón.
-          ¿solo eso? ¿Qué te dijo él a ti?
-          Se podría decir que si, el no pudo decirme mucho, la llamada se cortó. Pero lo que vi, estoy seguro de ello.
-          Tan solo fue una proyección de tu mente como afecto secundario del suceso, perder a tu compañero fue un gran impacto para ti.
-          ¿Cómo puedes decir eso?, tú también la buscaste durante mucho tiempo.
-          Pero cuando encontraron su bolso en la costa… acéptalo Dylan, ella está muerta, y los muertos no regresan a la vida.
-          Pero… Carter, ¿Por qué no me crees?
-          A mi más a que a nadie me gustaría que Walker se encontrara con vida, pero no es así, tienes que superarlo amigo, claro, si es que puedo llamar así aun traidor.



¿Qué es lo que sucede?
¿Me estoy asfixiando…? No puedo, no puedo respirar…
Me… me hundo… no puedo respirar, pero… ¿Por qué… por qué no me importa? ¿Por qué siento esta tranquilidad…? Como si… como si nada importara, como si nada importara ya.
¿Qué fue… lo que sucedió…?

Ya recuerdo….

Me contó mi compañero, que antes de que yo llegara a este lugar, su compañera de trabajo era una chica muy hermosa, de nombre Melany Wlaker, y según me contó era la más hermosa de la unidad, tanto, que incluso el y su mejor amigo terminaron locamente enamorados de ella, y dicho amor estuvo a punto de quebrar su amistad, pero, en cuento a Melany, Dylan me contó que le gustaba mucho el mar, y que no dejaba escapar ni la más mínima oportunidad de ir a la costa, pero… el último día que la vieron con vida hubo una gran tormenta, y lo único encontrado en la costa fue su bolso, desde entonces nunca se tuvo más rastro de ella.

-          por favor Dylan, dime que lo encontraste.
-          No, lo lamento mucho Azura.

Se notaba la tristeza en ambos, en ese momento me hubiera gustado decirles alguna palabra de consuelo, pero nada pudo pronunciar mi boca.

-          Tan solo encontramos esto (dijo Dylan mostrándole el preciado objeto)
-          ¿su billetera? Pero… ¿Cómo? ¿Dónde la encontraste?
-          Los oficiales la encontraron, las olas la trajeron hasta la costa.
-          ¿Eso significa que él está…?
-          Aun no podemos estar seguros de nada, pero eso es lo que las pruebas indican.
-          Por favor Dylan, encuéntralo.
-          Sí, eso es lo que haré, cuando mis padres murieron, tu casa fue como una segunda familia para mí, y tu padre fue como el padre que yo nunca tuve, ten por seguro que lo encontraré.

Por algún motivo este caso me parecía extrañamente relacionado con Melany, pero mientras no tuviera alguna prueba de ello sería mejor que permaneciera calado.

-          Vamos Dylan (yo que hasta el momento había permanecido en silencio, dije interrumpiendo e inmiscuyéndome en la charla) ya tenemos que irnos, es muy tarde.
-          Adelántate Meyer, llevaré a Azura a su casa, no puedo dejar que regrese sola a estas horas de la noche. 
-          Está bien, nos vemos mañana.

Me dirigí a mi vehículo, pero en lugar de arrancarlo esperé unos cuantos minutos a que mi compañero se fuera.
Aprecié con una sonrisa el cómo mi compañero consolaba tiernamente a la hija de Albert, en poco tanto Azura como Dylan entraron en el vehículo de este último y poco a poco se alejaron de aquel lugar.
El verano había llegado con gran fuerza, sus oleadas de calor habían llevado consigo muchas vidas en las zonas poco urbanizadas, pero en cambio, este otoño parecía sumamente diferente, como si en tan solo unos días el mundo hubiera cambiado por completo, como si en el verano el infierno hubiera subido a la tierra, pero en otoño se hubiera vuelto un edén.
Por algún motivo tras haberse marchado mi compañero al igual que todos los policías, decidí bajar de mi vehículo y acercarme un poco a la costa; cerré puertas y ventanas del auto, y comencé a caminar hacia aquel lugar, mi vehículo se encontraba en una elevación de tierra a unos cuantos minutos de aquello que se pudiera considerar como costa, así que por él no tenía que preocuparme; al llegar a aquel me posicioné a una distancia pertinente de las olas, tras sentarme en la arena cerré mis ojos y me dejé llevar por lo que resto de mis sentidos podían percibir.
El rosar del viento en las hojas de los árboles, el ir y venir de las olas, al arrullador cantar de las aves, la suave brisa que golpeaba el rostro con tal sutiliza, todo era simplemente hermoso, llevaba mucho tiempo que no podía relajarme de esa forma, así que decidí quedarme un tiempo más en ese lugar.
Minutos más tarde, el sonido de agua cayendo y golpeando con la arena me despertó, al parecer me había quedado dormido por tan relajantes sonido, actuando lo más lógicamente posible, vi la hora en mi reloj de muñeca.

-          Esto es extraño, hace poco le he cambiado la pila, no entiendo porque se ha detenido, ¿acaso la lluvia lo ha dañado?

Sin más opción, me levanté de la fresca arena y emprendí rumbo hacia mi auto, pero justo a mitad del camino la lluvia arreció, en tan solo un par de pasos mi ropa ya se encontraba completamente empapada, y la marea subía más y más a cada segundo, hasta que llegó el punto en donde creí que no podría llegar a mi vehículo, aquella elevación de tierra fuera de la costa parecía tan lejana…
Afortunadamente encontré una cueva cercana en donde poder resguardarme, no parecía un lugar muy cómodo y mucho menos cálido, pero al menos mientras la marea baja para poder llegar a mi auto me serviría como vehículo.
Al entrar a la cueva lo primero que hice fue revisar los objetos que cargada conmigo, billetera, móvil, reloj y llaves era lo único que tenía en los bolsillos de mi ropa, y afortunadamente, fuera de mi reloj el resto de objetos parecían estar en buen estado.
Pasó el tiempo que aparentaron ser horas, y la tempestad parecía no querer detenerse nunca, tan solo podía escuchar dentro de aquel lugar los fuertes vientos y truenos del exterior, pero al parecer en mi cueva parecía estar a salvo; aquel oscuro lugar inundado en penumbras era iluminado solo por momentos a causa de los fuertes relámpagos del exterior.

Cuando la tormenta preció querer cesar quise salir de ese lugar, pero el sonar de mi teléfono me detuvo.

-          Que extraño, ¿he recibido una llamada dentro de una cueva?; será mejor que la tome.

-          Hola Cristopher, habla Dylan.
-          Hola Dylan, ¿qué sucede? (respondí algo dudoso por la claridad de la llamada en el lugar que me encontraba)
-          Bueno, (me contestó mi compañero) no te encontré en la oficina así que supuse que te habías marchado a tu casa, hablé con Azura, resulta que antes de su desaparición su padre pasaba mucho tiempo n esa costa, ¿Qué te parece si mañana vamos a revisar juntos a primera hora?
-          Si, está bien.
-          Y por cierto (continuó diciendo mi compañero sin percibir aun, que yo ya quería colgar esa llamada) lamento llamarte tan tarde, incluso creí que estarías dormido… espera… ¿en dónde estás?
-          Bueno, si te lo digo no me lo creerías.
-          Estas en la costa, ¿no es así?
-          Si, (respondí muy extrañado) pero, ¿Cómo es que lo sabes?
-          Cristopher, tienes que salir de ahí lo antes posible. (pude notar la desesperación en su voz)
-          ¿Por qué? ¿Qué es lo que pasa?
-          Esa tormenta, no sabes a causa de que es ¿verdad?
-          No, no tengo ni idea, pero seguramente en poco calmará.
-          No Cristopher, no seas idiota, (pude escuchar por el parlante la agitada respiración de mi compañero, al parecer estaba corriendo) sal de ahí lo antes posible, llegaré en-

Tras aquello último la llamada se cortó, y por el ruido del exterior podría decir que la tormenta había arreciado con fuerza colosal; nervioso y temeroso por igual, caminé a la entrada de la cueva, al dar 6 pasos mis pies ya se encontraban bajo el agua, pero eso no era nada comparado con lo que se encontraba acechándose a la costa; el ciclón más grande que había visto en mi vida, y a decir verdad el primero que había visto en persona; entre nuevamente a la cueva, tomé mis cosas y guardándolas con celo, comencé a caminar sobre la inundada costa, a causa del agua mis pasos eran costosos… por algún extraño motivo, antes de salir de la costa y llegar a aquella elevación de tierra, sentí la impetuosa necesidad de mirar atrás, y al hacerlo, no podía creer lo que veía, era ella, Melany Walker, la novia de Dylan.
Sin más pensarlo, corrí hasta el lugar en donde ella se encontraba.

-          Melany, ¿Qué haces aquí? Tenemos que irnos.

Le grité, pero ella pareció no escucharme.
Me acerqué aún más a ella, y nuevamente le grité, pero de igual forma pareció no escucharme.
Con un enorme esfuerzo me acerqué a ella aún más, la tomé de la mano y intenté sacarla de aquel lugar, en aquel momento aún no entendía nada, como si mi mente hubiera quedado en shock por la gran conmoción de lo que estaba sucediendo.
Melany tenía la mirada fija en el aquel huracán cargado con toneladas de agua del mar, como si lo único que en el momento importara fuera el apreciar sin igual evento.
Con intenciones de alejarla de aquel lugar, la tomé de su mano y tiré de ella, pero Melany opuso resistencia, al suceder aquello último, nuevamente la miré al rostro, pero en esta ocasión un relámpago nos iluminó.

-         Yo no soy Melany

Dijo aquella cosa una voz que hacía estremecer el cuerpo, si, definitivamente no era ella, pero bajo aquella poca luz me fue imposible notarlo hasta que ya fue demasiado tarde., y en medio de toda lo sucedido no podía recordar que Melany había muerto hace 2 años.
Ella no era Melany, no lo era ya, pero por algún motivo estaba utilizado el putrefacto cuerpo de la novia difunta de mi compañero.
Su putrefacto cuerpo emanaba un pestilente olor, su desgarrada piel dejaba a la vista sus carcomidos huesos y sus ropajes blancos estaban completamente empapados de sangre. 
Sin más pensarlo, intenté comenzar a correr, pero aquella mujer no soltaba mi mano, sus largas y afilados uñas eran grotescas, y los huesos salientes de su mano me causaban repulsión, tan solo quería irme lo antes posible de aquel lugar, pero ella no soltaba mi mano, de un momento a otro, un nuevo  relámpago nos iluminó, y no podía creer lo que se encontraba frente a mis ojos; aquel cuerpo viejo y putrefacto había desaparecido, aquella mujer se había marchado, y quien ahora sujetaba mi mano era una doncella sin igual belleza, con ojos color cielo y piel de ceda, aquella mujer me dijo.

-          Vamos, ven, sígueme.


Se me ha terminado el escaso oxigeno que tenía en mis pulmones, creo… creo que este es mi fin.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario