viernes, 14 de octubre de 2016

Capitulo 13 | La Locura De La Culpa [creepy...historia]



puedes escucharla en: https://www.youtube.com/c/darkleyend (a partir del 21/10/2016)

Xlll Relaciones familiares 


- Samanta, responde a mi pregunta, no evadas el tema.
- Pero… (respondió la joven nerviosa) el solo era mi tío.
- Tu actitud me dice algo completamente diferente, ¿Qué eran en verdad ustedes dos?

El azotar de la puerta principal interrumpió la conversación entre el detective y la sobrina de Cedric Carter, era Azura quien entró.

- ¿Qué es lo que pasa aquí? (preguntó la mujer)
- Disculpe. Permítame presentarme, soy el detective Cristopher Meyer, estaba hablando con su hija sobre la muerte de Carter, seguramente usted no me conoce, pero si a mi compañero, Dylan White.
- ¿Dylan? (continuó diciendo la mujer mientras dejaba las bolsas que cargaba consigo en la mesa de la cocina) así que tú eres su nuevo compañero ¿Cómo ha estado? No lo veo desde año nuevo.
- Bueno, solo está un poco afectado, se le pasará.
- Sí, todos lo estamos, la muerte de mi hermano fue algo que nunca hubiéramos esperado. Detective, (preguntó la mujer después de terminar de ordenar el contenido de las bolsas) ¿necesita que los deje a solas hablando o puedo quedarme?
- Agradecería que nos dejara solos, tal vez así ella se pueda abrir más.
- Está bien (la mujer cogió las llaves y estando a punto de salir de la casa, las palabras de su hija la hicieron esperar un momento)
- ¡Mamá! ¿me vas a dejar sola con él?
- No veo de que te quejas, tú fuiste quien abrió la puerta ¿no?;  el solo hace su trabajo, además, es amigo de Dylan, él no te hará nada, ¿no es así detective?
- Así es, su hija está segura.
- Lo vez Sam, chao, le llevaré el almuerzo a tu padre, luego hablamos.

- Bien, ahora estamos solos, (dijo el detective poco después que Azura salió) dime la verdad, ¿por qué te afectó tanto su muerte?
- Por qué…  ¡no! ¡no me afectó! (alegó la joven intentando contener sus lágrimas)
- Claro que lo hiso, mírate, estás llorando.
- No, no estoy llorando, me entró una basura en el ojo.
- Tus familiares, tu hermana, incluso tu madre han dicho que ustedes pasaban mucho tiempo juntos, ¿Cuál era su relación exactamente?
- Lo que pasa es que… no lo puedo decir…
- Te prometo que no le diré a nadie, pero necesito entender las cosas, su muerte no ha sido casualidad como ya te dije, hay un culpable y mientras no me digas la verdad no lo encontraremos.
- ¿en verdad no le dirá a nadie?
- Nadie de tu familia y tus amigos lo sabrá, solo se quedará en el departamento.
- ¡No! ¡no le diré nada!
- Está bien, te propongo esto. Lo omitiré del reporte, esto se quedará entre tú y yo.

En ese momento sonó el Móvil de la joven, extrañada al ver la pantalla de este no pudo evitar contestar inmediatamente.

- ¡¿Quién eres tú?! ¡¿Por qué tienes el celular de Carter?!
- ¿Samanta? (se escuchó la voz de Dylan tras el parlante) ¿Cristopher está contigo?
- Si, lo está, pero… ¿Por qué tú tienes el celular de Carter?

El detective White colgó la llamada sin aviso previo, por otro lado, en la habitación, Meyer tenía en su rostro una extraña expresión de intriga y satisfacción.

- Así que… (dijo Cristopher muy seguro de lo que decía) ¿el que te ha llamado es mi compañero?
- Si, era Dylan, pero… ¿Por qué tiene el celular de Carter?
- Simple, ya te lo dije, él y yo estamos a cargo del caso de su muerte, al no saber en dónde exactamente me encontraba yo, se lo han entregado a él, pero…  la mayor cuestión aquí es, ¿Por qué te ha llamado a ti? (entre más hablaba el detective más nerviosa notaba estar Samanta) ¿acaso tú lo sabes?
- N-no, no tengo ni idea…
- Es una lástima, pero… analizando las cosas un momento, si te ha llamado es principalmente por que no te tenía guardado tu numero como sobrina ni mucho menos por tu nombre siendo que a Dylan incluso le ha parecido extraño que tu respondieras, pero… ¿Por qué llamarte a ti?
-
- Si no quieres decir nada entonces continuaré yo; si White te ha llamado a ese número solo puedo ver dos motivos; que existen una gran cantidad de llamadas salientes hasta este número, o bien, porque fue la última llamada realizada; en el primer caso, ¿Por qué una persona hablaría tanto con su sobrina?, mientras que en el segundo, un hombre tan ocupado y teniendo un caso tan complejo, ¿Por qué la última persona a quien llamaría es su sobrina?... ahora que lo pienso, también es posible que una gran cantidad de llamadas entraran del mismo número al móvil de Carter, o bien, que la última llamada que recibió fuera de este número, pero las cuestiones son las mismas, por último, al escuchar mi compañero que efectivamente me encontraba contigo él ha colgado la llamada, lo que significa que esperaba que yo dedujera todo esto. Dime la verdad, ¿Qué eran ustedes dos?
- Está bien…  la verdad es que… ¡nos amábamos!
- ¿tú y Carter? Eso lo vi venir… pero… es tu tío.
- Es justamente por eso que no le queríamos decir a nadie, nadie lo aceptaría, nadie nos entendería, pero él me prometió que en un par de meses nos iríamos lejos, y formaríamos nuestra propia familia.
- Pero eso no es posible, ustedes…
- Claro que es posible, solo habría complicaciones en lazos directos, padres y hermanos, pero éramos tío y sobrina, no hay complicación alguna… ¿alguna vez usted se ha enamorado de alguien pero tienen que ocultar lo que sienten?
- Lo lamento, no, no he estado en tu situación, y créeme que enserio lamento tu perdida, (después de aquel caído abrazo, separándose un poco Meyer le preguntó a Samanta) si ustedes tenían una relación significa que lo conocías mejor que cualquier otra persona, ¿crees que alguien hubiera tenido motivos para causar su muerte?
- No, para nada, era la persona más amigable y pacifica que conocía, fue eso lo que me enamoró de él.
- Tus padres, tus amigos, ¿Qué crees que hubieran hecho si se enteraban de tu relación?
- Lo más que harían sería regañarme, nunca llegarían a tanto.
- ¿podrías prestarme tu celular un momento?
- Claro, (dijo algo dudosa) ahora que sabe la verdad no tengo por qué ocultárselo.
- (mientras Cristopher revisaba el móvil, le dijo a Sam) si, ya es más que evidente que ustedes tenían una relación, 76 llamadas entre ustedes durante el último mes, me parece algo excesivo, pero fuera de que sean familiares y de las edades, ambos son libres de compromisos y se si amaban creo que no había motivos para ocultarlo… pero yo no soy nadie para juzgarlos… bueno, si eso es todo, entonces… un momento… el día de su muerte, justo a la hora de defunción tubo 10 llamadas tuyas, ¿Por qué tanta insistencia?
- No quiero hablar de eso…
- Entiéndelo, si sabes algo será de mucha ayuda.
- Lo sé, por eso, aunque no quiera lo tengo que decir…  el me habló para avisarme que finalmente había resulto el caso, y que nos veríamos el siguiente lunes, me alegró mucho oír esas palabras de él, llevábamos una semana sin vernos por tan ocupado que había estado…
- Continua, ¿Qué pasó después?
- Cedric comenzó a hacer ruidos extraños, parecía que le costaba hablar, y de pronto, escuché que algo se rompió, y ya no escuché nada.
- Es posible que aquello que escuchaste fuera el vidrio romperse, el móvil de Carter no fue encontrado en el auto, lo más probable es que saliera por la ventana destrozándola en su camino. Ahora entiendo por qué lo llamaste tantas veces…
- Si, y por favor, detective, si es todo ya retírese, (dijo la chica secando sus lágrimas) quiero superar todo esto, y la verdad hablar con usted ha removido muchas cosas en mi interior
- Entiendo… entonces creo que por mi parte es todo… todas las dudas ya se han esclarecido.
- Detective, (dijo Samanta mientras Cristopher salía de la casa) por favor, resuelva este caso.
- Tranquila, déjalo en mis manos, yo lo resolveré.

Las horas habían pasado volando, y el detective había tardado demasiado en convencer a Sam de decirle la verdad, pero al final sus esfuerzos habían dado frutos.
Estando dentro de su auto y con rumbo indeciso el Detective miró su reloj de muñeca, y antes de ir por su compañero que pronto darían de alta fue a comprar un poco de comida para ambos. A las 2:17 ya se encontraba frente a la puerta de la habitación de Dylan, pero algo lo detuvo de tocarla, al ver el número de habitación quedó inmóvil por varios minutos.

- ¿Se encuentra bien? (le dijo un hombre que aparentaba ser un médico, el cual recién había salido de la habitación de Dylan)
- (Reaccionando por sus palabras, dijo Cristopher) S-sí, estoy bien, solo estaba recordando algo.
- Bueno…
- Espere, (dijo Cristopher deteniendo al médico) usted es el médico de Dylan White ¿cierto?
- Sí, soy yo.
- ¿Cómo se encuentra? ¿ya puede retirarse a casa?
- Efectivamente, recién lo he dado de alta, solo faltan esperar un par de semanas a que ese brazo cure bien, con que cuide el yeso todo estará perfectamente.
- Entiendo, entonces ya me lo llevaré.
- ¿eres su hermano o algo así?
- No, para nada, somos solo compañeros, pero necesitamos continuar con la investigación de un caso.
- Ya veo, son detectives, bueno, creo que mi trabajo aquí termina.

Alegre de poder finalmente llevarse a su compañero, Meyer abrió la puerta con gran euforia, pero lo que vio lo hiso cerrarla en poco.

- Oye Dylan, ya es tiempo de irnos.
- ¡idiota! ¡cierra la maldita puerta!
- ¡Perdón! (dijo Meyer apenado mientras salía de la habitación) no tenía idea de que te estabas cambiando.
- Olvídalo, solo espérame afuera.
- ¿Necesitas ayuda?
- No, así estoy bien
- Pero tienes tu brazo roto
- Puedo hacerlo yo, solo dame un par de minutos, espera a fuera.
- Está bien, aquí te espero.

Mientras Meyer esperaba fuera de la habitación, sintió la extraña necesidad de mirar al frente, y al hacerlo pudo ver a lo lejos a una extraña mujer la cual por su rostro de asombro parecía serle familiar, inmediatamente y al no poder creer lo que veía el detective talló sus ojos, y como era de esperarse al nuevamente mirar a aquel lugar aquella mujer ya no estaba, pero aquella escena de esa mujer demacrada y despidiendo el mundo con una sonrisa, no la olvidaría tan fácilmente.

Cuando su compañero salió de la habitación ambos se dirigieron al auto de Meyer, pero se notaba en la mirada de este lo distante que se encontraba, tras minutos de silencio durante el camino Dylan le dijo a su extrañamente serio compañero.

- Bueno Meyer, el camino es largo, ¿Por qué no me cuentas todo?
- He… sí, claro, ¿por dónde quieres que empiece?
- Bueno, hazlo cronológicamente.
- Está bien, lo primero que hice fue hablar con la madre de Justin, su comportamiento en un principio no lo esperaba, detesta a todo aquello relacionado con la policía.
- ¿Qué tanto lo detesta?
- en un principio se negó a abrirme la puerta, y le tuve que insistir mucho para que lo hiciera.
- Bueno, no la culpo, ¿Qué ocurrió dentro de la casa?
- Al parecer ella si sabía de la relación entre Justin y Denisse, pero no sabía mucho sobre ellos, se había enterado de todo hace apenas semanas.
- Los libros… ¿Qué hay de los libros?
- Se cayeron de un estante.
- ¿se cayeron? ¿o tú golpeaste el estante enojado al no encontrar nada?
- Vaya… (respondió Meyer cambiando su expresión indiferente por una sonrisa) me conoces muy bien, justamente eso fue lo que sucedió.
- Está bien… el mensaje ya ha sido descifrado, y podemos estar seguros que Justin sabe más de lo que nos ha dicho, a cuestión  es… ¿Cómo haremos que hable?
- No lo sé Dylan… pero confió en que se me ocurrirá algo cuando llegué el momento.
- Eso espero, no me falles. Bueno, ¿Qué hay de Samanta? ¿novia o amante?
- Yo diría que ambas, confesó que se amaban, y hablando de eso… cuando colgaste la llamada me quedé pensando que hubiera sido mejor que me dijeras lo que encontraste en el móvil de Carter en lugar de dejarme a mi deducir todo.
- Pero lo has hecho bien, ¿no es así? (Meyer ascendió con la cabeza)
Entonces no hay problema… Carter… fue un gran amigo, llevo tiempo sin ver a su familia, ¿Cómo están ellos? (se notaba la tristeza en su mirada)
- Creo que se encuentran bien, tan solo pude ver a Sam y su madre.
- Pobre Azura, debe de estar muy afectada, me hubiera gustado ir al funeral, pero…
- Ustedes fueron amigos durante mucho tiempo, más que asistir a su funeral, el mejor regalo que le pudiste dar es tu amistad.
- ¿Eso crees Cristopher?
- No solo lo creo, estoy seguro.
- Bueno… ya basta de hablar de mi… llevo tiempo notándote algo extraño, tu siempre has sido algo raro, pero me refiero a más de lo normal, ¿Qué es lo que pasa?
- Bueno… en el hospital… hasta hace un momento noté que tu habitación, la habitación 257, es la habitación en donde estaba mi madre cuando era niño, creo que nunca te lo he contado, ella estaba ahí por leucemia, en ese entonces a mi familia le costaba mucho pagar la cuenta del hospital, pero eso no importaba si ella se salvaba… cuando le dieron la noticia que estaba desahuciada ella saltó por la ventana del hospital, cuando eso sucedió no entendía porque lo hiso, pero tiempo después me percaté que fue para que no gastáramos inútilmente el dinero que con tanto trabajo nos costaba conseguir…
- Es una muy triste historia-
- Cállate, que aún no termino.
- Perdón, continua.
- Bueno… mientras te estaba esperando fuera de la habitación la vi a ella.
- ¿¿¿Qué??? ¡¿a tu madre?!
- Si, era ella, en la orilla de la ventana, pude ver cómo me decía adiós.
- Pero… ¿en verdad crees que haya sido ella? ¿Qué haya sido un fantasma?
- No lo sé… crea o no en eso, en el fondo sentí que era ella.
- Bueno Cristopher… yo he llorado en tu hombro muchas veces… si como amigo te gustaría que te devolviera el favor… puedes contar conmigo siempre que quieras hablar.
- Lo sé, no te preocupes. Bueno, ya hemos llegado, vaya que se me ha ido volando el tiempo, bien Dylan (mientras bajaba de su vehículo) baja con cuidado, procura no lastimar ese brazo
- Sí, no te preocupes (ya fuera del auto) ¡ha llegado el momento de la verdad!

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