domingo, 24 de abril de 2016

Dame Tu Mano (creepy historia)




DAME
      TU
          MANO

El comienzo de Meyer 


puedes ESCUCHAR la historia en: https://www.youtube.com/watch?v=I959eqAQSzQ

Aún recuerdo ese día, aquel 25 de febrero, por más que lo quiera olvidar simplemente me es imposible, ya no lo puedo hacer, lo recuerdo, lo recuerdo todo a la perfección, cada detalle, cada gesto, cada pequeña cuestión, todo, lo recuerdo, y dudo poderlo olvidar, pero… sin importar nada, aquella tarde perdí a mi compañero… o al menos, eso es lo que recuerdo.
Ese día, a mi compañero Samuel Colins y a mí nos habían asignado el caso de una niña desaparecida, necesitábamos actuar rápido, sabíamos perfectamente que su vida corría peligro, sin saber lo que nos esperaba interrogamos a todos los sospechosos…

- Disculpe, podemos pasar (dije mientras tocaba en la puerta de la señora Judith) somos detectives.
- No, váyanse, no quiero hablar con nadie (contestó con un tono irritado la mujer de avanzada edad)
- Soy el detective Meyer, el encargado del caso de Linda, la joven desaparecida.
- ¿sobre… Linda? (se acercó la mujer a la puerta y estando a punto de abrirla decidió retractarse de dicha acción) lárguense, no quiero hablar con nadie, y menos con la policía.
- Por favor señora, entienda, su testimonio es importante, necesitamos toda la información posible para poder encontrarla.
- Nunca, nunca la podrán encontrar… nunca.
- ¿por qué dice eso? ¿acaso usted sabe algo?, por favor, abra la puerta, necesitamos hablar con usted, sin su ayuda no la podremos encontrar, ¿Qué acaso no quiere que esa pobre niña regrese con sus padres?
- Si, si quiero, quiero que ella regrese, pero no con sus padres, (Judith abrió la puerta y nos permitió entrar a ambos detectives) pasen, les diré todo lo que quieran.
- Muchas gracias por dejarnos entrar, yo soy el detective Meyer, (dije, mientras tendía mi mano ante la dueña de la casa; recuerdo que yo estaba vestido con traje negro tenía una  mirada profunda como siempre, confección un poco robusta en ese entonces y una tez algo arrugada) y el mi compañero, el detective Colins.
- Mucho gusto. (dijo mi compañero con mirada fría e indiferente, pero con una sonrisa en su rostro tan falsa que resultaba aterradora)

Ambos entramos, y aceptando el ofrecimiento de la señora decidimos sentarnos en el sofá, este estaba algo empolvado y desgarrado, se notaba que era bastante viejo.

- ¿les ofrezco algo? ¿te, café?
- Agua estaría bien, no queremos causar molestias.
- Está bien detective Meyer, voy a la cocina por los vasos.

Al regresar la vieja mujer que cuyos pasos eran costosos ambos estábamos tan ocupados que no notamos al instante su presencia, Colins como siempre mirando fijamente el portátil que traía con él, mientras que yo revisaba los papeles correspondientes al caso. Al percatarme de la presencia de Judith, fui inmediatamente a ayudarla con los vasos de dicha agua.

- Bueno, (le dije ya estando en el sofá) solo quisiéramos realizarle unas cuantas preguntas sobre Linda y sobre su desaparición, cuanta más información nos pueda dar será mejor para todos.
- Está bien… su amigo… no habla mucho, ¿verdad detective?
- Sí, es verdad, (contesté entre risas) Colins es un hombre muy callado, solo habla cuando es necesario; el suele encargarse de lo técnico, bueno, comencemos, ¿no le importa que grabemos el interrogatorio?
- No, está bien…
- Antes de comenzar… ¿hay alguien más en casa señora Judith?
- No, vivo sola, mi esposo murió hace tiempo, y todos mis hijos ya han hecho su propia familia.
- Está bien, ¿podría aclararnos cuál era la relación entre usted, la joven y sus padres?
- Soy su casera, ellos viven en el departamento de alado, yo vivo de sus rentas así como del resto de personas que me alquilan.
- ¿cuantas personas le rentan actualmente?
- cinco personas,  los departamentos son muy amplios, pero la única familia que tenía hijos era la familia de Linda, el resto de departamentos eran habitados por personas solteras y parejas que esperaban tener hijos.
- ¿nos podría dar más información de esas personas?
- Si, en los departamentos tres y cinco viven dos hombres solteros, el del departamento tres, es un hombre muy ocupado y bastante distraído, trabaja gran parte del día y solo llega a dormir, muchas veces me despertó para que abriera su departamento porque había olvidado las llaves en el trabajo. En el departamento cinco vive un chico muy reservado, pocas veces sale de casa, no estoy segura, pero creo que su trabajo no le exige salir de su departamento.
- Según tengo entendido, el departamento dos es habitado por los padres de Linda, ¿Qué hay del uno, cuatro y seis?
- En el cuatro vive una joven extranjera, creo que es estudiante de intercambio, mientras que en el seis vive una pareja que quiere tener hijos pero hasta el momento no ha podido.
- Eso significa que el primer departamento se encuentra desocupado en este momento, ¿Cuánto tiempo lleva así?
- Varios meses, diría que un año, desde que el último inquilino se fue nadie lo ha ocupado.
- ¿a qué cree que se deba eso?
- Bueno, suelo ser algo exigente con los requisitos, no suelo rentarle a cualquier persona.
- Entiendo.

La conversación entre ella y yo cada vez era más fluida, pero entre más charlábamos  había más piezas sin lugar alguno en donde ponerlas.
Mientras tanto, mi compañero, Sam, que parecía serle indiferente la conversación se limitó a no decir palabra alguna.

- Bien señora, seré claro con usted, Linda, una niña de diez años desapareció, y sus padres están muy preocupados por ella, así que, mientras no tengamos pruebas todos sus vecinos son sospechosos de su desaparición.
- ¿sus padres?, como si en verdad les importara su hija (dijo la mujer con un gesto de desprecio)
- ¿insinúa que no les importaba?
- Eso es exactamente, (cada vez más enojada alegaba la señora) nunca se hicieron cargo de ella, nunca la cuidaron como debían, ni siquiera merecían ser padres, estaban tan ocupados con el trabajo que no le prestaban ni la más mínima atención a esa niña.
- ¿Y es por ello que usted la secuestró? ¿Por qué no podía permitir que pasara más tiempo con esas personas? (dije mientras me intentaba controlar fallidamente)
- No, yo podré ser muchas cosas, pero nunca sería capaz de hacerle daño a linda.
como sus padres trabajaban todo el tiempo, muchas veces la niña se quedaba conmigo, incluso puedo decir que le llegué a querer como una hija, yo nunca la lastimaría.
- Está bien… usted dijo que era muy selectiva con las personas a quien rentaba, y en base a las descripciones que nos acaba de dar acerca de ello se podría decir que los conoce muy bien, ¿no es así?
- No sé si podría decirse muy bien, pero, efectivamente, los conozco, y he hablado varias veces con cada uno de ellos.
- Bien, esto es lo que aremos, le mostraremos las grabaciones de cada uno de los vecinos, y necesitamos que nos diga cuál de ellos tiene un comportamiento extraño, que hable de una forma inusual, como si… como si ocultara algo.
por más buena que sea nuestra intuición como detectives no podemos saber cómo eran esas personas antes de que Linda desapareciera.
- ¡NO! (gritó precipitadamente la  mujer)
- ¿Qué pasa?
- ¡NO! (continuó gritando) NINGUNO DE ELLOS ES.
- ¡Eso significa que usted sabe quién fue! (argumenté elevando el tono de voz mientras me ponía de pie acercándome a la mujer) ¡es por ello que hace un momento dijo que nunca la encontraríamos!
- NO, NO SE QUIEN FUE (comenzamos a gritarnos el uno al otro)
- ¡¿ENTONCES COMO PUEDE ASEGURAR QUE NO SON ELLOS?!
- ¡POR QUE LO DECÍA EN-
- Más les vale a ambos que se calmen y se sienten, (dijo Sam interrumpiendo mientras desabrochaba su gabardina dejando al descubierto su arma) o jalaré del gatillo sin importarme que sean un par de vejetes y uno de ellos sea mi compañero.
- Más vale que le hagamos caso, no dudo en que mi compañero este hablando enserio, pero, (dije mientras me sentaba) ¿no crees que se te ha pasado un poco la mano diciéndome vejete?
- Ya no eres precisamente un niño.
- Pero al menos ten un poco de respeto a tus mayores.
- Ya siéntate y cierra el pico, (dijo colins con una sonrisa en su rostro) disculpe a mi compañero (dirigiéndose a la anciana) siempre se emociona demasiado durante los interrogatorios, (borrando esa sonrisa de su rostro, le dijo con tono serio a Judith) anteriormente usted ha dicho que no eran los vecinos los culpables de la desaparición de Linda, ¿está usted segura de ello?
- Si, completamente.
- Me imagino que tendrá alguna prueba o alguna anécdota con la cual sustentar su argumento.
- Si, la tengo, tengo una prueba, pero no sé si me crean.
- ¿dicha prueba ha sido manipulada por usted?
- ¿Manipulada? (preguntó muy extrañada la vieja señora)
- Me refiero a si la tocado con las manos al descubierto
- Si, lo he hecho, pero en este caso no importa, no creo que importe.
- Bueno, todo depende de qué tipo de prueba sea, ¿sería tan amable de traérmela para examinarla?
- Si, está bien, solo esperen un poco, la tengo guardada en un cajón.

La mujer salió por la puerta de la sala rumbo hacia alguna habitación, mientras mi compañero y yo comenzamos a hablar sobre el caso.

- Tu eres el más deductivo ¿Quién crees que sea el culpable? (le dije a mi compañero)
- Aun no estoy seguro, pero presiento que lo que traerá Judith despejará muchas dudas.
- Ante tus ojos, ¿Quién crees que pueda serlo?
- Ninguno es más sospechoso,  todos tenían motivos para hacerlo pero ninguno de esos motivos  sería suficiente.
- Entonces… ¿qué opinas de cada uno de ellos?
- En el departamento tres habita un empresario muy ocupado, y bastante distraído, el mismo lo ha admitido.
- ¿la pudo haber secuestrado para llenar el vacío de sus hijas las cuales perdió con el divorcio?
- Es posible, pero la verdad yo no lo creo… según su versión, su esposa lo dejó por que la golpeaba, se llevó a sus hijas con ella. Desde entonces el dejó las drogas y tomó terapia para controlar su temperamento… cuando se rehabilitó compartió la custodia de sus dos hijas, y era notorio que las quiere.
- En base a lo que nos ha dicho no me imagino que clase de motivo lo impulsaría a secuestrar a una pobre niña, al menos claro, que gran parte de lo que nos dijo fuera mentira.
- Todo es verdad, (dijo Colins mostrándome la pantalla de su portátil) mientras ustedes hablaban busqué documentos que confirmaran lo que él dijo, y todo es verdad.
- Sin embargo, alguien con esa agresividad…
- Lo se Cristopher, puede recaer en cualquier momento, es por ello que no es descartado como sospechoso.
- Bueno Colins… por otro lado tenemos a un pervertido.
- ¿Colins? Llevamos meses como compañeros ¿y aun no me llamas por mi nombre?
- Está bien, creo que tienes razón Samuel.
- Solo dime Sam.
- Bien, Sam, ¿Qué hay de lo que te dije? ¿de ese pervertido?
- ¿te refieres al joven del cinco?
Solo es un joven que trabaja en internet, como tantos de hoy en día.
- Pero tú al igual que yo viste su habitación.
- Es un joven que vive solo, trabaja por internet, es excesivamente tímido, no tiene amigas y mucho menos novia, te apuesto que tu harías lo mismo que él, Cristopher Meyer.
- Puede ser, pero su comportamiento cuando entramos fue sumamente extraño.
- (contestó Colins entre risas) ¿Cómo esperabas que no se asustara si estuviste apunto de derribar la puerta a golpes y cuando te abrió te acercaste a él como si quisieras golpearlo y sin siquiera presentarte?
- Bueno, tal vez si se me pasó un poco la mano, pero la verdad me enferman este tipo de casos, además de que estaba seguro de que era él.
- Sí, eso lo noté, lo obligaste a que te mostrara toda la casa, y no encontraste nada.
- Eso no explica que no fuera el, pudo haberla llevado a otro lugar.
- Puede ser, pero el hecho de que nadie lo ha visto salir en las últimas semanas lo hace poco probable, mientras no imposible, no podemos descartarlo aun… pero… ¿en verdad era necesario que derribaras la puerta de su habitación? El pobre tendrá que repararla.
- ¿Qué esperabas? No nos la quería mostrar y pensé que la chica estaba dentro.
- Si tu habitación estuviera tapizada con imágenes de chicas de anime sin ropa, apuesto que tampoco quisieras mostrarle eso a nadie.
- Bueno, creo que tienes razón, se me ha pasado mucho la mano con él, cuando todo esto termine le pediré una disculpa.
siguiendo con el tema… ¿Qué opinas de la extranjera que apenas y puede hablar nuestro idioma? Se ha puesto muy nerviosa cuando la hemos interrogado.
- Si hay alguien inocente aquí es ella, es verdad, se puso muy nerviosa, incluso más que el pervertido, pero ella nunca había estado en un interrogatorio. en un país en donde no conoces a casi nadie, tus padres están muy lejos y con dificultad hablas el idioma, ¿no crees que sería una pesadilla que un par de detectives te interroguen?
- Bueno, es posible, pero de cualquier modo no sabemos casi nada de ella, y eso puede ser peligroso. (dije mientras bebía del vaso de agua anteriormente traído por la dueña de la casa)
- Eso es verdad, no podemos estar seguros que ha venido aquí solo para estudiar, puede tener un propósito oculto tras de ello… y esto nos deja…
- ¡A LA PAREJA! (grité mientras escupía el agua sobre mi compañero) ¡eso es!, tienen que ser ellos, lo tienen que ser. Como no han podido tener hijos secuestraron al de alguien más.
- Me pregunto qué tan mal tendría que estar alguien para llegar a algo como eso… bueno, aunque parezcan muy cuerdos tu teoría puede ser cierta. (al parecer a Sam le fue indiferente tener el cabello empapado por el agua que salió de mi boca)
- Vaya locura, (dije arrojando un suspiro) tenemos cuatro sospechosos y no tenemos ninguna prueba ante ninguno de ellos.
- ¿solo cuatro?
- Es cierto… tenemos cinco sospechosos, parece que Judith nos oculta algo, ¿tú también lo sientes Sam?
- Si, linda pasaba mucho tiempo con Judith según los vecinos, y muchas veces se la pasaban en el departamento uno, y además de que es sumamente extraño el hecho de que ella no mencionara que su hermana fue la que ocupó el departamento número uno hace un año. ¿Por qué crees que lo haga Cristopher? (su pregunta me puso a pensar, pero tras minutos no pude llegar a ninguna conclusión)
- La verdad no tengo ni idea, pero, Colins, perdón, Sam, tenemos que saber quién es el culpable, entre más días pasan es más probable que ella muera, si no la encontramos hoy es probable que mañana la encontremos muerta.
- Tranquilízate Meyer, tu eres el mejor detective de la unidad, pese a tu impulsivo temperamento tu intuición te ha llevado a resolver más casos que cualquier otro oficial, juntos lo lograremos, solo hay que investigar a los seis sospechosos y encontrar a Linda lo antes posible.
- Muchas gracias por los halagos, pero, ¿Por qué seis? ¿Qué no solo son cinco?
- Al parecer estas olvidando a sus padres
- ¿Qué? (respondí muy desconcertado) ¡¿sus padres?!
- Pasaron tres días para que dieran parte a la policía, ¿no te parece extraño? Ellos dijeron que estaban tan ocupados que no notaron que su hija no estaba, pero… ¿Qué clase de padres se olvidarían de su hija por tres días?
- Eso es verdad, todo esto es muy extraño. Oye Sam… por cierto… gracias
- ¿gracias? ¿por qué?
- Bueno, llevamos toda la mañana interrogando a los sospechosos sin obtener ninguna información útil, al llegar con el pervertido no pude controlarme, quien sabe lo que le hubiera hecho a esa pobre anciana si no fuera por ti.
- ¿me agradeces por darte un puñetazo en la cara?
Bueno, de cualquier modo lo he hecho por la anciana y no por ti, no quería que asesinaras a un sospechoso, si entrabas tirando la puerta y estrujando a la anciana mientras le preguntabas a gritos donde había escondido a Linda, ten por seguro que le hubiera dado un infarto.
- De cualquier modo, gracias, debo hacer algo con este temperamento.

Al decir eso último la sospechosa, Judith, entró en la  sala, traía entre sus manos un pequeño cuaderno, con pastas rosadas repletas de flores color blanco, pareciera ser el cuaderno de una niña pequeña.
Al entrar la mujer, Sam se quedó callado enfocándose únicamente a su trabajo en el computador mientras yo y Judith continuamos con la charla que habíamos dejado hace un momento.

- ¿Este es el objeto que usted asegura es una evidencia? (le pregunté con gran curiosidad)
- Si, aquí tiene (dijo Judith mientras me ofrecía la libreta)
- Espere, (dije mientras sacaba del bolsillo derecho de mi pantalón un guante de plástico) de este tipo de cosas es de las que el detective Colins se encarga (tomé la libreta con el guante y se la ofrecí a Sam, este la tomó mientras a su vez sacaba de la mochila que siempre traía con él un  pequeño escáner rectangular en el cual perfectamente cabía dicho cuaderno)
- ¿Qué es eso? (Preguntó un poco desconcertada aquella anciana)
- Es solo un escáner, (respondí) lo utilizará para encontrar huellas, posiblemente eso nos ayude a encontrar a algún sospechoso… pude notar claramente que se trataba de un diario, ¿podría decirme más sobre él? (pareciera que al decir yo eso la mujer se puso algo nerviosa, era más que evidente que ocultaba algo)
- Sí, es el diario de Linda.
- ¿Cómo, cuándo, y donde fue que lo encontró?
- Hace tres días, en la fecha que Linda desapareció, se encontraba tirado en el suelo del baño del primer departamento, muy cerca del espejo.
- ¿Cómo piensa que pudo haber llegado esta libreta ahí?
- Bueno, a linda le gustaba mucho jugar en ese departamento, yo le prestaba las llaves para que pudiera entrar a jugar cuando quisiera, e incluso a veces yo jugaba con ella (se notaba en su rostro la tristeza y dolor que sentía)
- Considero que lo más prudente debería ser revisar ese lugar, pero, antes de ello, ¿podría mostrarme la casa?
- ¿Mi casa? ¿por qué?
- Bueno, es solo una mera formalidad, necesitamos asegurarnos que la niña no se encuentre en este lugar, además, en este momento es la principal sospechosa de la desaparición de Linda.
- ¿QUÉ? ¿POR QUÉ YO? (exclamó con gran ira aquella mujer)
- Bueno, por lo que nos ha dicho usted era una persona muy cercana a ella, e incluso sabía que sus padres no se preocupaban por Linda, desde su punto de vista apartarla de ellos sería hacerle un gran favor, pero tranquilícese, no tenemos pruebas contra usted, ni tampoco estamos seguros que usted sea la culpable, tan solo estamos haciendo nuestro trabajo.
- Entiendo, entiendo perfectamente, y aun que me ofende mucho que me consideren sospechosa, estoy completamente dispuesta a hacer lo que sea para atrapar a quien haya lastimado a Linda, no me importa quien sea.

Ambos salimos de la sala y ella me acompañó a revisar cuidadosamente cada una de las habitaciones, no había nada sospechoso en ninguna de ellas, tan solo parecían las habitaciones de una señora de avanzada edad, fuera del exceso de polvo todo estaba completamente normal.
Varios minutos después, mientras estábamos camino a la sala mi compañero gritó de una forma tan violenta que no pude evitarlo, corrí hasta donde él se encontraba y lo que veía no lo podía creer, nunca esperé ver a Sam de esa forma.
Él estaba tirado en el suelo, con una horrible mirada de desesperación en el rostro, el portátil, el escáner y el diario de la niña se encontraban dispersos por todo el suelo de la sala, es como si algo hubiera aterrado a Colins… “¿Qué tan aterrador tendría que ser algo  para asustar a un hombre como el?”… no dejaba de repetirme a mí mismo mientras me acercaba a mi compañero…
En el poco tiempo que llevaba siendo compañero de Samuel Colins lo pude conocer muy bien, y estaba seguro que él era del tipo de personas que sin importar lo que pasara mantenía la calma y tomaba la decisión correcta, entonces ¿Qué era lo que había dentro de ese diario que pusiera a mi compañero de ese modo?
Estando frente de él pude escuchar como murmuraba unas leves palabras:

- No, esto, esto no puede ser, no puede ser verdad, tiene que ser mentira, no lo puedo creer.

Ver a mi compañero de ese modo era algo aterrador.

Me costó mucho, pero me armé de valor, me acerqué a Sam, lo levanté del suelo, y mientras le daba una bofetada le grité

- ¡MALDITA SEA, YA REACCIONA!

En poco, mi compañero recuperó la compostura, y con un gran esfuerzo me explicó detenidamente lo que encontró que lo puso de ese modo, pero, extrañamente antes de ello el me hiso una pregunta que perturbó mi ser:

- Dime Cristopher… ¿crees en los fantasmas?
- ¿fa-fantasmas? ¿a qué viene esa pregunta?
- No, nada, olvídalo… hace un momento he perdido el control, pero no era para menos por lo que encontré… comencé a escanear el diario, y mientras lo hacía iba leyendo las hojas una a una, al principio del diario solo había dos huellas, una pequeña que creo es la de Linda, y una más grande, pareciera de un adulto, en un principio pensé que era completamente lógico, eran las huellas de Linda la cual escribió el diario, y las de Judith aquí presente que anteriormente lo había leído, pero… cuanto más avanzaba de páginas todo se volvía más aterrador, y de pronto, apareció una tercer huella, a diferencia del resto, está la comparé con el sistema.
- Lógicamente (le afirmé) si había una tercer persona es posible que fuera la responsable de la desaparición de Linda.
- Así es, eso fue lo que pensé, pero lo más extraño es que era una huella pequeña, ¿y al ingresar sabes que sucedió?
- ¿Te arrojó a alguien de quien no sospechábamos?
- No, nada, no había ninguna coincidencia.
- ¿Qué es lo extraño? Aun que pocas, hay algunas personas que no están en nuestro sistema, ¿no es así?
- Si, así es, pero, para agilizar la búsqueda filtré los resultados. Solo busqué en aquellas personas de las cuales se tuviera registros en los últimos 50 años, si no se encontraban registros lo más probable es que estuviera muerta dicha persona, siempre lo he hecho en todos los casos y siempre me ha funcionado, es la primera vez que no me arroja coincidencia alguna, sin embargo, al quitar el filtro me arrojó un resultado.
- ¿Qué? (pregunté sorprendido y desconcertado a la vez) ¿Quién ha desaparecido a Linda es una persona que lleva 50 años fuera del sistema?
- Espera, aquí viene la parte aterradora. Al arrojarme el resultado, yo estaba leyendo la última página del diario, y por algún motivo, tenía miedo de ver el resultado, pero no podía dejar de leer, al llegar a aquella línea, a la última línea quedé completamente en shock, pero… por algún motivo desde ese punto mis recuerdos están borrosos, recuerdo haber visto de quien se trataba, pero no recuerdo que es lo que vi en la pantalla, y no estoy seguro hasta qué punto de lo siguiente fue mi imaginación o no, pero, también recuerdo una voz en mi cabeza repitiendo una y otra vez aquella última línea del diario, mientras a su vez, una mano pálida y con muchas heridas salía de la pantalla del computador y se acercaba lentamente a mí.

Yo y la mujer estábamos completamente aterrados, las palabras de Sam me resultaban tan extrañas e irreales, que simplemente no podía creer todo lo que me dijo, pero por algún motivo sabía que me decía la verdad, que no estaba mintiendo.

- Ya, tranquilos, (dijo Sam al ver lo aterrados que estábamos) seguramente solo ha sido mi imaginación, ya les dije que no recuerdo bien eso, lo soñé o lo imaginé mientras estaba en shock. (pero yo sabía que eso solo lo dijo para calmarnos, ni siquiera él podía creer esas palabras)
- Vaya historia que te has inventado como pretexto para cubrir el hecho que mientras yo estaba revisando la casa tú te la pasaste perdiendo el tiempo.
- Sabía que no me creerías, y la verdad no te culpo, si alguien me dijera una locura como esa le diría lo mismo que tú, pero, me gustaría que escucharas con atención lo que dice este diario, ya he escaneado las paginas, lo puedo leer desde el computador, solo dame un momento.  (algo andaba mal, lo pude notar, Colins intentaba calmarse para no preocuparnos a nosotros, pero en el fondo él estaba aterrado, tenía miedo de abrir su propio portátil, no, tenía miedo de lo que vería en esa pantalla)
- ¿todo está bien Colins? (le pregunté)
- Sí, no te preocupes, (una a una comenzó a leer esas hojas, y aunque al principio parecía el diario de una niña normal las cosas se tornaron grises en poco tiempo):


Atentos, esto es lo que dice el diario: (comenzó a leer Sam) hola diario, ¿Cómo estás? Yo estoy bien, sabes, estoy un poco triste porque hoy es mi cumpleaños y mis papás no lo recordaron, pero no importa, la abuela Judith me regaló un cuaderno muy bonito me dijo que lo podía usar como un diario pero si no quería eso lo usara para lo que quisiera… si te voy a usar como diario, pero es la primera vez que escribo en uno, no sé exactamente cómo usarte, pero haré lo mejor que pueda.
La verdad no me esperaba un regalo de la abuela Judith, ella no es mi abuela, pero me gusta decirle así, ella suele ser una persona muy seria y callada, pero sé que le importo.

Querido diario; no sé si debería decirte así, mis amigas en la escuela me han dicho que así es como se debe comenzar a escribir a un diario, pero la verdad aun no estoy segura, pero no te puedo negar que se escucha bonito.
Hoy me la pasé muy bien en la escuela, la maestra me felicitó porque fui la primera que acabó las operaciones de matemáticas, al llegar a casa quise contarle a mamá, pero ella estaba muy ocupada haciendo los deberes de la casa y cuando terminó tuvo que ir a trabajar, nunca tengo oportunidad de contarle nada…
Le diré a papá cuando llegue de su trabajo, pero faltan muchas horas para ello, la verdad no me gusta quedarme sola porque me aburro mucho, no tengo hermanos ni tampoco hay niños por aquí, no tengo nadie con quien jugar, pero ya solo me queda esperar.

Querido diario: ayer mientras esperaba que mi papá llegara fui con la abuela Judith para no aburrirme, platiqué mucho tiempo con ella, las horas se me fueron volando  pero al llegar mi papá el me llevó a la casa jalándome de las orejas, me regañó por salir de casa y me encerró en mi habitación, sigo aquí encerrada desde anoche, tengo mucha hambre, no he comido nada desde ayer en la tarde, y tampoco he podido ir a la escuela. Seguramente a mi papá ya se le olvidó que me encerró aquí bajo llave, solo espero que me saquen pronto de aquí.

Querido diario: tengo mucha, mucha hambre, llevo aquí desde anteayer, y ya no tengo fuerzas para seguir golpeando la puerta como lo he hecho hasta ahora, cuando me porto mal papá suele castigarme así, pero me parece demasiado… me pregunto… me pregunto cuando me sacarán de aquí.

Querido diario: al fin abrieron la puerta de mi habitación, tenía mucha hambre, pero cuando comencé a comer todo lo que mamá preparó para mí, ella y papá comenzaron a discutir porque papá me dejo encerrada, siempre es lo mismo, por cualquier motivo terminan discutiendo,  no me gusta que lo hagan, siempre me prometen que ya no lo van a hacer pero siempre lo hacen.
Mejor me fui a comer bajo mi cama, ellos estaban tan ocupados que ni se percataron cuando me fui.

Querido diario: hoy en la mañana antes de ir a la escuela mamá y papá me prometieron no volver a pelear, se notaba que estaban arrepentidos por lo que me hicieron, pero… me pregunto si esta vez será verdad

Querido diario: hoy mamá y papá volvieron a pelear, pero esta vez fue porque la maestra anotó en mi libreta un aviso porque no había ido varios días a la escuela, no tuve más que entregársela a mis papás, estaban peleando por mi culpa, y lo único que pude hacer fue esconderme bajo mi cama, mientras ellos dos peleaban, hubiera sido mejor si no les hubiera entregado nada.

Querido diario: mientras mis papás no estaban en casa fui con la señora Judith, me dijo que ya no le dijera abuela, porque más que una nieta me veía como su hija porque me parecía mucho a ella, a su hija… pero esta vez me aseguré de llegar antes de que papá llegara a casa, no quería que me castigara otra vez, la señora Judith y yo acordamos que ese sería nuestro secreto, por cierto, ella estaba mucho más alegre que lo de costumbre, me pregunto si tendrá algo que ver el que su hermana se haya ido a vivir en otro lugar.

Diario, llevo más de una semana sin escribirte, me la he estado pasando muy bien con mamá Judith, jugamos las dos toda la tarde, y aun que mis papás ya no se preocupen por mí eso no importa, porque puedo jugar mucho con mamá Judith.

- Desde este punto (dijo Sam interrumpiendo) saltaré algunas hojas, lo que en verdad importa sucede desde que Linda entra en el departamento uno.

Querido diario: nuevamente mamá Judith me dejó jugar en el departamento que está vacío, me la pasé muy bien jugando con ella ahí, incluso me prestó las llaves para que entrara cuando quisiera, pero me dijo que no me acercara mucho al baño, pero cuando le pregunté el por qué, no me quiso decir nada…. ¿por qué me habrá dicho eso?

Querido diario: cuando estaba jugando en el departamento mamá Judith me dejó sola porque tenía ella cosas que hacer, en un principio no me importó, me quedé jugando sola con las muñecas que traía ese día, pero, de pronto, comencé a escuchar ruidos en el baño, y por alguna razón me sentía asustada… recordando las palabras de mamá Judith preferí no acercarme a aquel lugar.

Querido diario: han pasado semanas desde que te escribí, las cosas han sido igual que hasta ahora, mientras mis papás no están yo me voy con mamá Judith. Si pasa algo interesante en estos días te escribiré.

Querido diario: hoy me he quedado sola otra vez en el departamento uno, otra vez escuché ruidos extraños, eran tan lejanos que no los podía distinguir bien, así que me acerqué un poco al baño para poder escuchar, no estoy segura de que haga esos ruidos, pero la verdad me dio mucho miedo, antes de llegar a la puerta el miedo me ganó y salí corriendo del departamento.

Querido diario: hoy al quedarme sola me atreví a llegar hasta la puerta del baño pero cuando llegué los ruidos cesaron. No sé si contarle a alguien de esto, además de que me da un poco de miedo mis padres no me creerían y peor aún, me regañarían por salir de casa mientras ellos no están, y la señora Judith es buena persona, pero tengo miedo que ya no quiera jugar conmigo después de que le cuente esto, pero sobre todo temo que me regañe por no hacerle caso a lo que me dijo.

Querido diario: ayer no te pude escribir así que lo haré hoy antes de ir a la escuela, ayer mientras estaba en ese departamento otra vez escuché esos ruidos, y esta vez al llegar a la puerta del baño no se callaron, pero al entrar no había nadie, ahora estoy segura, estaba llorando una niña en el baño, pero cuando entré ya no estaba, se fue, pobre niña, seguramente se asustó al escucharme.
Diario, tengo las llaves del departamento, las usaré más seguido, quiero hablar con esa niña, no quiero que llore.

Querido diario: hoy finalmente he hablado con ella, jazmín no quiso que abriera la puerta del baño para verla, pero me senté afuera de la puerta y hablé con ella mucho tiempo, es una niña muy agradable y segura también es muy bonita, pero a decir verdad si me hubiera gustado verla, no dejo de preguntarme como será.
Ella me contó que el lugar en donde ahora esta es un lugar muy oscuro, y que lleva mucho tiempo ahí, pero aun que lo ha intentado no tiene forma de salir, pobre niña, me siento mal por ella.

Querido diario: llevo días sin escribirte, todos los días mientras mis papás no están voy a hablar con Jazmín, no quiero que se sienta sola, y tampoco quiero que este triste, haré todo lo que esté en mis manos para sacarla de ese lugar, aunque no tengo ni idea de cómo lo haré, por lo pronto solo quiero alegrarla, que ya no esté tan triste.


Querido diario: hoy por fin he visto a Jazmín, era tan bonita como pensaba, solo tiene el pelo un poco descuidado y una piel un poco pálida, pero es hermosa, tiene unos ojos muy grandes y sobre todo bonitos.
Hace un rato mientras estaba hablando con ella, me abrió la puerta para que entrara, cuando no la vi dentro del baño me puse un poco triste porque pensé que se había retractado de dejarme entrar, pero escuché su voz detrás de mí y en ese momento la vi en lo que parecía ser el espejo, según ella me dijo además de un espejo, esa es una ventana a su mundo, no sé bien a que se refería con eso. Ayer fue la primera vez que pude hablar cara a cara con ella. Se veía algo triste ahora que lo pienso, pero yo la animaré.

Querido diario: tenía muchas ganas de jugar con jazmín, pero ella me dijo que no podía salir de ese lugar, creo que ya me lo había dicho, pero lo olvidé, que triste ha de ser estar encerrada, y la entiendo perfectamente, ahora más que nunca tengo que estar con ella.

Querido diario, hoy le he preguntado sobre sus padres a Jazmín, y al parecer no me quería hablar de ello, aunque si me dijo que odiaba a su mamá, pero no me quiso decir el porqué de ello, nadie debe odiar a su mamá, no sé qué le abra hecho a su hija para que la odiara de esa forma.

Querido diario: hoy hablando con Jazmín tocamos otra vez el tema del espejo, ella me explicó que no había forma en que ella saliera de ese lugar, pero que yo si podía entrar y salir cuando quiera, la verdad no estoy segura… también me dijo que corría peligro y que por eso necesitaba entrar.
No sé a qué clase de peligro se refería, pero necesito tiempo para pensarlo.


-Dame tu mano,
y te llevaré a un mundo mejor… un mundo donde estés a salvo…
un mundo lejos de dolor…


- Aquello ultimo (dijo mi compañero dando fin a la lectura) está escrito con una caligrafía completamente diferente, es notorio que alguien más lo escribió, por la posición de las huellas no hay duda de ello, pero además de eso, falta una hoja entre el último párrafo escrito por la niña y aquellas últimas palabras.
- Espera, (le pregunté) ¿me estás diciendo que una chica que murió hace 50 años secuestró a linda metiéndola en el espejo?
- Eso es lo que las pruebas indican, pero, la verdad ni siquiera yo estoy seguro de todo esto, yo nunca he creído en esas cosas y ahora enfrentamos a algo que esta fuera de nuestras manos, no sé si podremos con esto.
- ¿QUÉ MIERDA ESTAS DICIENDO? (Le grité desenfrenadamente a mi compañero) AQUÍ NO HAY NADA SOBRENATURAL, ESA NIÑA DESAPARECIÓ Y TENEMOS QUE ENCONTRARLA.
- La niña entró al espejo, han pasado tres días y no ha regresado, ella, ella ya no podrá regresar nunca, nunca lo hará.

Esa actitud en mi compañero no era normal, no importaba que tan mal estuviera un caso, él no se rendiría tan fácil, en ese entonces, pese a mi avanzada edad yo seguía siendo un niño inmaduro, simplemente quería resolver el caso a toda costa, no como una obligación ni como parte del trabajo, si no como el berrinche de un niño al que algo le es imposible.
No sabía lo mal que estaban las cosas hasta que observé detenidamente a mi compañero, estaba temblando, su piel se había tornado completamente pálida, y en sus ojos, en sus ojos pude ver el miedo que sentía, el terror que se había apoderado de él.
Cuando mi compañero logró tranquilizarse, se acercó a mí, y me dijo:

- Bueno, basta de perder el tiempo, tenemos trabajo que hacer
- ¿estás seguro de querer ir a aquel departamento?
- Completamente Cristopher, ese fue el último  lugar en donde posiblemente estuvo Linda, independientemente si lo que dice el diario es verdad o no, tenemos que inspeccionar ese lugar.
- Pero… (dije intentando detenerlo) no estamos seguros de ello.
- Cada minuto que nos quedemos aquí esperando es más probable que ella muera, además, ¿no fuiste tú quien me dijo alguna vez: “si no viviéramos la vida tomando riesgos esta se volvería tan aburrida que nadie gustaría de vivirla”?
- (las palabras de mi compañero me sacaron una pequeña sonrisa) está bien, iremos los tres, pero más te vale no morir.
- ¿los tres? (pregunto la señora muy desconcertada que hasta hace poco había permanecido callada, se notaba algo nerviosa)
- Si, los tres (le respondí) necesitamos que alguien nos guie por la casa, además de que necesitamos conocer la posición exacta de la libreta.

En el fondo tenía un mal presentimiento de todo esto, pero mi temor no podía ganar, “sin importar lo que cueste tenemos que encontrar a esa niña” fue lo que en su momento pensé.
Los tres salimos de la casa y nos dirigimos rumbo al departamento, mi compañero llevaba su portátil abierto, aun esperando el resultado de la comparación de las huellas.
Al llegar a la casa era notorio que no había sido habitada en años, estaba completamente llena de polvo y había unas cuantas huellas parciales de zapatos que aparentaban ser las de Linda y de Judith.
Todo parecía estar bien, hasta que llegamos al baño, dentro de él había dos patrones diferentes de huellas ambas al parecer de niños, de entre los múltiples patrones destacaban dos que parecían ser los más recientes. Solo podría decir que pareciera que una persona estuvo muchas veces en ese lugar y la última de ellas sus huellas se desaparecían al llegar al espejo, mientras que del segundo patrón puedo decir que no había rastros de que hubiera entrado a esa habitación por la puerta, sino que, las huellas salían del espejo y regresaban a este.

- Señora Judith, ¿en dónde fue exactamente que encontró el diario? (preguntó mi compañero)
- Justo ahí. (dijo la anciana apuntando justo enfrente del espejo)
- Cristopher, prepara tu arma, no sabemos que es lo que encontraremos en este lugar.
- De acuerdo.

Tras tiempo de examinar aquel lugar con el arma cargada y en mi mano me percaté de un fétido olor el cual provenía de tras del espejo, guardé mi arma e intenté retirarlo de la pared, pero este era muy grande y pesado, tuve que pedirle ayuda a mi compañero para retirarlo:

- Oye Colins, ayúdame a quitar el espejo, hay algo detrás de él.
- Está bien.

Con un poco de dificultad ambos pudimos quitar aquel gran y empolvado espejo y al ver lo que se encontraba detrás de él en un hueco en la pared, inmediatamente lo soltamos, el cual cayó boca arriba y por el impacto con el suelo este terminó destrozándose.

- Esos… esos… ¿esos son cuerpos humanos? (dijo aterrado mi compañero)
- Sí, eso parece (el olor que emanaban los cuerpos era tan penetrante que tuve que tapar mi nariz con el antebrazo) colins, ya tienes los resultados de la comparación de las huellas dactilares.
- Siempre lo tuve, (dijo mientras cerraba su portátil) y no solo el de la tercer huella, escanee las tres

Judith dio media vuelta e intento salir corriendo de ese lugar, pero antes de que le fuera posible la puerta se cerró ante ella.

- ¿Qué pasa Judith? ¿tan pronto te quieres ir? (dijo mi compañero con un tono retador; conocía esa voz, es la que siempre usaba Colins cuando había resuelto un caso)
- ¿Qué pasa en este lugar? ¿Por qué la puerta se ha cerrado repentinamente? (pregunté, pero no obtuve respuesta alguna de nadie)
- Judith… ¿en qué fecha es el cumpleaños de Linda? (preguntó mi compañero)
- ¿el cumpleaños de Linda? (dijo la mujer desconcertada y al parecer sin respuesta a la pregunta anterior)
- Si tú le regalaste un diario en su cumpleaños, tendrías que saber en qué día es.
- Pero… No, no lo recuerdo.

Colins la había acorralado, había encontrado al culpable, pero yo aún tenía mis dudas.

- Es imposible que lo sepas, ¿no es así?... pero la verdadera Judith lo sabría.
- ¿eso que significa Sam? (le pregunté sin entender aun lo que sucedía)
- Significa que ella no es Judith. Es la hermana de Judith que hace un año se hospedó en este departamento, lo hiso porque tenía que escapar, porque llevaba años escapando y no encontró mejor opción que suplir el lugar de su hermana.
- ¿pero… por qué haría eso?
- Elemental mi querido Cristopher, por que asesinó a su propia hija, estaba escapando de ir a prisión, llevaba 50 años escapando,  es por eso que carmen tomó el lugar de su hermana idéntica, de su hermana gemela,  pero esa idea la tuvo mucho tiempo después, estando ya al borde de la locura.
- No, eso no es verdad. (alegó la mujer cuya verdadera identidad entonces ya me era desconocida)
- Entonces demuéstrelo, si en verdad eres Judith, entonces díganos ¿Cuándo es el cumpleaños de Linda? (la mujer agachó la mirada sin responder nada)
- Sam, ¿Qué tan seguro estas de lo que dices? (le pregunté)
- Totalmente seguro, hasta hace un momento todo esto era solo suposiciones, todos los vecinos, incluso linda, mencionaron un cambio de actitud repentino en la señora Judith desde que su hermana desalojó el departamento, además, Judith nunca tuvo hijas, ¿Por qué decirle a Linda que se parecía a su hija?... en cambio, hace 50 años carmen, la hermana de Judith tuvo una hija, pero hasta hace poco no había rastro de ninguna de las dos. Además, ¿Por qué decirle a linda que no se acercara al baño?... la única razón sería que ella supiera lo que se encontraba dentro.
Hasta hace unos momentos no tenía pruebas de esto, pero al inspeccionar el diario me encontré con algo sumamente interesante, revisé todas las huellas, y eran pertenecientes a Linda; Carmen, o bien, la hermana de Judith, y Jazmín, la hija muerta de Carmen hace más de 50 años, ese es el tiempo que ambas llevaban fuera del sistema, y al no haber rastro de su existencia las dieron por muertas.
No tengo ni idea de por qué motivo, ni mucho menos que tan enferma tendría que estar una persona para traer consigo el cadáver de su hija, pero, (dijo dirigiéndose a la mujer) por la descomposición diría que el cadáver más pequeño que se encuentra a nuestro lado tiene por lo menos medio siglo, sin duda es el cadáver de Jazmín, mientras que el segundo lleva cerca de un año en este lugar, tiene que ser el cuerpo de Judith,  sin problema alguno podremos confirmar su identidad y tu tendrás que ir a prisión por dos cargos de asesinato.
- No, esto, esto no puede ser, nunca, ¡NUNCA ME ATRAPARAN!

Gritó desesperadamente aquella mujer mientras corría hacia mí… todo lo ocurrido en este caso era demasiado para poder procesarlo tan fácilmente, al parecer habíamos atrapado a la culpable y el trabajo de Colins había sido sorprendente, pero aún había miles de cuestiones en el aire… “¿Por qué asesinó a su propia hija?... ¿Por qué nadie notó que Judith había cambiado?... No, espera, si lo hicieron, cuando les preguntamos sobre su cacera todos dijeron que al irse su hermana ella estaba notoriamente más alegre, como si la partida de su hermana le causara felicidad, incluso Linda mencionó eso en su diario… pero… Linda… ¿Dónde está linda?... ¿Qué fue de ella?... ¿aun seguirá con vida?... si lo que dice su diario es verdad ella entro al espejo, pero… ¿Cómo la sacaremos de ahí si el espejo está roto?”
Cuando levanté la mirada ya se encontraba frente de mí aquella mujer, se estaba abalanzando sobre mi cuerpo con un cuchillo en su mano, no entendía como se había podido mover tan rápido, pero aquella arma estaba apuntando directo a mi corazón, lo sabía, ese sería mi fin, mi hora había llegado, y no tuve ni la mínima oportunidad de rescatar a Linda.

En ese momento, sucedió algo que nunca hubiera esperado, mi compañero, Sam me lanzó para evitar que aquella mujer me hiriera con el cuchillo, mi compañero, él me había salvado, pero acosta de su propia vida, el cuchillo terminó atravesando varias de sus costillas y una arteria.

Mi compañero se estaba desangrando ante mí, pero algo incluso más aterrador estaba por suceder.

La mujer intentaba abrir la puerta desesperadamente, pero todo intento era en vano, la puerta estaba atascada… intentaba convencerme a mí mismo que eso era solo porque el departamento era sumamente viejo, pero lo siguiente que sucedió rompió con todo aquello que considerara real:
Las luces comenzaron a fallar y en un instante nos encontrábamos sumidos en una perturbadora oscuridad que estremecía el alma de una forma casi incontrolable.

¿Mamá? ¿Mamá? ¡Mamá! MAMÁ ¡¡MAMÁ!!

Dijo una voz que retumbaba en todo el lugar la cual a cada segundo se volvía más perturbadora.
Estaba aterrorizado por lo que podría suceder, pero eso no se comparaba con el terror que sentía carmen.
De pronto, aun con la poca luz y sin saber de dónde había salido, pude ver frente a mis ojos a una niña de piel tan blanca como la nieve y un pelo tan negro que era imposible no confundirlo con la densa oscuridad de aquel lugar, de un momento a otro la niña se esfumó pero pronto me percaté que se encontraba observando el rostro de mi amigo mientras a su vez murmuraba algo que no pude escuchar por la lejanía, seguido, la niña nuevamente desapareció pero cuando miré al frente noté que se encontraba mirándome fijamente a unos cuantos pasos de distancia; el pánico me tenía inmovilizado, lo único que pude hacer fue verla; tenía un rostro hermoso pero algo descuidado y muy pálido, un pelo al parecer largo, pero la oscuridad era tan densa que no podía ver su terminación, también portaba un vestido claro que aparentaba ser muy viejo, estaba algo desgarrado, por la poca luz no pude diferenciar el color.
Estando frente a mí aquella misteriosa niña sus pequeños, delgados y pálidos labios pronunciaron unas palabras que hicieron estremecer todo mi cuerpo:

- Mi mamá, tú no eres mi mamá, ¿Dónde está mi mamá?

Nuevamente se desvaneció ante mis ojos y entonces sucedió lo que temía, aquella niña, ese fantasma, el fantasma de jazmín había encontrado a Carmen, su madre, y sin importarme lo aterradora que se estaba volviendo dicha escena no pude apartar los ojos, al punto que incluso me olvidé de mi compañero.
Aquella chica tiraba fuertemente de las piernas de su madre, mientras que esta última intentaba sujetarse de lo que tuviera a la mano, en poco tiempo sus piernas ya no pudieron más, terminaron desprendiéndose de su cuerpo, y pese a ello no aparté la mirada; la mujer agonizaba de dolor, ya no podía hacer nada, ni oponer la más mínima resistencia.
Jazmín tiró con gran furia del cuerpo destazado de su madre con intenciones de que ambas entraran al espejo por el pedazo más grande resultante de su ruptura… sus gritos…. sus lágrimas… sus suplicas… todo aquello es algo que aún me tortura, me arrepiento de no haber hecho nada, pero en su momento solo podía pensar que eso es lo que esa mujer merecía.

Pese a todo, no dejaba de cuestionarme lo que tuvo que pasar esa niña para hacer sufrir a su madre de ese modo.

Cuando creí que aquella sádica escena había terminado Carmen ya no estaba en la habitación, había quedado atrapada en el espejo, solo para morir del otro lado de él.
Si las luces no habían regresado a la normalidad era porque Jazmín aún se encontraba en ese lugar, estaba por entrar al espejo, pero en ese momento le dije:

- jazmín… Donde… ¿Dónde está Linda?
- ¿Linda?... Tranquilízate humano, ella está bien, pero no puedo decir lo mismo de tu amigo.
- Por favor, (le dije muy desesperado) ¿no puedes hacer algo para ayudarlo?
- No, lo lamento, su muerte ya está escrita, es algo inminente.
- Pero no quiero que muera, (dije derramando lagrimas) EL ES MI COMPAÑERO, ¡NO QUIERO QUE MUERA!
- Cristopher (dijo mi compañero que se encontraba a lado mío en el suelo sobre de un charco de su propia sangre, era notorio que se le dificultaba hablar) déjalo, hasta aquí llegaré, no le pidas a ella algo que es imposible, este tiempo que pasé contigo fue muy bueno, demasiado bueno, gracias amigo, gracias por todo.

Pese al poco tiempo que fuimos compañeros llegué realmente a apreciar a Sam… el, el me llamó amigo, y esa fue la primera y la última vez que me llamó así.

- No quieres que muera ¿verdad?... Si ese es el caso, entonces creo que puedo hacer algo por ti (aquello fue lo último que me dijo Jazmín)

Sin más, ella entro al espejo, por la expresión de su rostro parecía que tenía intenciones de nunca más volver. Sin motivo alguno un fuerte dolor de cabeza me doblegó, sentía como si mi cerebro se aplastara, en poco caí desmayado.
Al despertar ya no se encontraban en ese lugar Sam, Carmen ni Jazmín, y en lugar de ellos se encontraba Linda frente a mí, estaba  en el suelo al parecer desmayada; inmediatamente la tomé entre mis brazos y la saqué de aquel lugar, no quería que aquella aterradora y sangrienta escena  la perturbara; después de dejarla en uno de los empolvados sillones de la sala regresé al baño por mi compañero, pero por más que lo busqué el ya no se encontraba ahí, él no se encontraba en ningún lugar, tampoco había rastros de su sangre, y por algún motivo en mi interior tenía la extraña sensación de que algo había cambiado en mí.

Poco tiempo después noté que en el baño, en lugar de mi compañero había una pequeña hoja de papel, al verla más de cerca pude notar que era la hoja faltante del diario, y sin pensarlo mucho la leí detenidamente.



Querido diario: jazmín me ha convencido de entrar, lo haré mañana, y aun que no me gustaría decirte como lo hiso  tengo que contárselo a alguien.
Jazmín me mostró sus verdaderos ojos, si, los que me había mostrado hasta entonces no eran reales, sus verdaderos ojos tenían grandes agujeros en ellos, como si hubieran sido atravesados por un afilado objeto, al decirme que fue su mamá quien le hiso eso, simplemente no lo podía creer, y me quedé sorprendida cuando me dijo que su mamá también quería matarme a mí, que es por ello que tenía que ir con ella. No tengo que pensarlo más, iré con ella, pero me pregunto ¿quién será su mamá?

Querido diario, necesito, necesito ir con Jazmín, pero ¿Por qué no está? ¿Por qué no responde? Estoy encerrada en el baño, y la señora Judith está azotando la puerta, si Jazmín no llega pronto moriré.
La señora Judith y yo estábamos en el empolvado sillón de la sala, yo estaba jugando con mis muñecas y la señora tejía una bufanda, entonces, entonces hice la pregunta equivocada:

- Mamá Judith… ¿Dónde está su hija?
- Ella… bueno, ella murió hace tiempo.
- Y… ¿Cómo fue que murió?
- Linda… ¿no crees que estás haciendo muchas preguntas?
- Eres tú, ¿verdad?... tú eres la mamá de Jazmín.
- Niña, (dijo la señora levantándose)  creí haberte dicho que no entrarás al baño, pero ahora que lo has hecho creo que no tengo más que hacerte lo mismo que le hice a Jazmín hace tantos años.

Esa mujer se abalanzó sobre de mi con las agujas de tejer en sus manos y apuntando hacía mis ojos, pero la golpee en la cabeza con una de mis muñecas hasta que me la quité de encima, cuando tuve la oportunidad corrí hacía el baño y cerré la puerta, espero, espero que Jazmín aparezca antes de que sea tarde

- ¿Me llamaste? Linda
- JAZMIN, RAPIDO, AYUDAME, TU MAMÁ ME QUIERE MATAR
- Te lo dije, solo… toma mi mano…



- Ahora muchas cosas tienen sentido, eso explica mucho, pero… lo que en verdad me importa ahora es mi compañero… ¿Por qué ha desaparecido?  “¿Qué es lo que pasa? ¿Qué es lo que ha sido de mi compañero?” (me pregunté a mi mismo)

Por más que lo busqué, por más que lo intenté encontrar, todo, todo fue inútil, fue como si mi compañero se hubiese esfumado, pero aún tenía la esperanza de encontrarlo, sin embargo, toda fe que tuviera fue rota por aquellas palabras de Lilian.

- Si, el detective Meyer, ¿Quién habla?
- Soy Lilian, ¿aun sigues sin registrarme en tu móvil?
- Que extraño, recuerdo haberlo hecho ya… perdón Lilian, no sé en donde he tenido la cabeza en estos días.
- Bueno, no importa. El jefe me dijo que te llamara para preguntarte del caso, ¿ya encontraste a la niña? ¿tienes algún sospechoso potencial?
- Sí, tenemos a la niña, y lo del sospechoso, es algo difícil de explicar.
- Entiendo, solo intenta ser claro en el informe, temo que si te pones a escribir locuras te pase lo mismo que a Dylan.
- ¿Dylan? ¿Qué le pasó a él?
- ¿Qué ya no lo recuerdas? comenzó a escribir un montón de locuras en su informe, y se aferraba a que todo ello era real, el pobre terminó en un manicomio y ya lleva ahí un año.
- ¿Un año? pero eso es imposible,  hace tan solo unos días lo he visto, he incluso he hablado con él.
- Cristopher, ¿te sientes bien? Ustedes no pudieron haber hablado porque nadie puede entrar a verlo sin una autorización. Si te sientes mal deberías ir a ver un médico, no puedes trabajar en esas condiciones.
- Es cierto, perdón, no sé en donde tengo la cabeza. (solo dije eso para no levantar más sospechas, estaba seguro de lo que recordaba, pero parecía que mientras no entendiera que es lo que pasaba tenía que parecer lo más normal posible, o sufriría el mismo destino que Dylan) bueno, Lilian, ¿podrías localizar a mi compañero por mí? Nos separamos y no se en donde se encuentre. (le dije con la esperanza de que Colins me aclarara lo que pasaba)
- ¿tu compañero?
- Si, a Samuel Colins.
- ¿Tan mal te sientes? Tú no tienes compañero desde hace tiempo… y no hay nadie en la unidad con ese nombre.
- ¿Desde cuándo?… ¿desde cuándo no tengo compañero?
- desde que tu compañero anterior murió en un accidente dentro de su vehículo personal, me refiero a Carl, ¿lo recuerdas? Eso fue hace casi un año.

                                              “¿qué mierda es lo que pasa?”

Estaba tan sorprendido que dejé caer mi móvil al suelo sin importarme que se rompiera.
No entendía como todo eso era posible, yo había sido compañero de Sam durante meses,
“¿Por qué me miente? ¿Por qué Lilian me está mintiendo? ¿Por qué me dijo que no había nadie con ese nombre en la unidad?; además… ¿Por qué decir que Dylan estaba en un manicomio y Carl muerto?... ¿Por qué?”
Cuestiones como esas no dejaban de rondar mi cabeza.

Estando al borde de la locura recordé algo por lo que tenía que permanecer cuerdo… Linda, ella aún no había regresado con sus padres, y sin importarme lo que me pasara a mí, no podía rendirme, no mientras este caso no estuviera concluido, no aun.

Me dirigí a la sala  y al parecer Linda ya estaba despertando, se veía muy tierna, por un momento me recordó a mi hija. Caminé despacio hacia ella para no asustarla, parecía un poco desconcertada, pero me senté a lado de ella y con una voz dulce le dije:

- hola, soy Cristopher, tu eres linda ¿cierto?
- Si, así me llamo, pero… ¿qué hago aquí? Y… ¿Por qué sabe mi nombre?
- Bueno, yo soy detective, tus papás me enviaron para buscarte, estaban muy preocupados por ti, llevabas muchos días sin regresar a casa.
- Preocupados… ¿por mí?
- Si, por ti, aunque no lo creas ellos te quieren mucho… Linda… ¿podrías contarme donde estuviste este tiempo?
- Estaba jugando con Jazmín.
- Ya veo, ¿y cómo es esa tal Jazmín?
- Ella… bueno, es una niña muy bonita con una piel muy blanca y un pelo castaño.
- Ya veo… me alegro que te divirtieras, pero ya es tiempo de que regreses con tus papás, ¿no crees? (le dije con una sincera sonrisa en mi rostro)
- Si, ya hay que regresar, no quiero que se preocupen por mí.

Personalmente acompañé a linda hasta el departamento de sus padres, al llegar ambos abrieron la puerta y se notaba en su rostro una expresión de alegría al poder volver a ver a su hija sana y salva.

- Gracias, muchas gracias por encontrar a nuestra hija detective (dijo corriendo algunas lágrimas la madre de linda mientras abrazaba a su hija)
- No hay de que, es mi trabajo.
- Detective, ¿podría decirme los pormenores? (me preguntó con un tono serio el padre de Linda)
- Está bien, solo que preferiría que fuera en privado.
- Entiendo.

El señor salió de su casa y cerró la puerta tras de él para de este modo conversar plenamente.

- Todo este tiempo su hija estuvo a salvo, estos días no estuvo corriendo riesgo alguno, pero no creo poder decir lo mismo de antes.
- ¿Cómo es eso posible? ¿y a que se refiere con antes?
- Bueno… su cacera, no era quien ustedes creían que era, ¿recuerda que Judith tenía una hermana gemela?
- Si, lo recuerdo, ella vivió un tiempo en el departamento uno.
- En realidad nunca se fue, usted mismo dijo que la señora Judith tuvo un extraño cambio de actitud… eso fue porque no era Judith, se trataba de su hermana que la había asesinado y tomado su lugar.
- ¿significa que todo este tiempo estuvimos cerca de una asesina?
- Exactamente.
- No… no lo puedo creer… ¿en dónde? ¿en dónde estuvo linda este tiempo?
- Estuvo bajo el resguardo de una amiga
- ¿amiga… de ella? Pero si no hay niñas por aquí.
- (saqué del bolsillo de mi pantalón el diario de Linda, no entendía como, pero sabía que se encontraba ahí; mientras lo ponía en las manos del hombre dije:) a veces, hay cosas que simplemente están fuera de nuestro entendimiento, lo que ahora importa es que su hija está sana y salva, y bueno, no lo culparía si considerara este lugar como inseguro y decidiera mudarse a otro vecindario.

Me di media vuelta y comencé a caminar alejándome de aquel lugar… por algún motivo en aquello último que le dije al padre de Linda, sentí como si hubieran sido las palabras de Sam, sí, eso es lo que el diría en un momento como ese.

Al llegar a mi oficina me enfoqué en la realización de un informe, como siempre después de concluir un caso. Tuve que mentir en la mayor parte de lo que escribí. Por algún motivo no había rastro alguno de Sam, mientras que Carl, mi anterior compañero se encontraba muerto y Dylan, un amigo de la unidad llevaba un año en un manicomio, mentir había sido lo mejor, de no haberlo hecho mi destino hubiera sido el mismo que el de mi amigo Dylan, pero… la pregunta era…
“¿Qué debería hacer ahora?”
Definitivamente este no era el mundo que yo recordaba, muchas cosas han cambiado, pero me guste o no, no sé qué es lo que ha sucedido por lo que las cosas no volverán a la normalidad, no a la normalidad que yo recuerdo.

Terminando mí informe revisé todos los papeles de los casos anteriores, las cámaras de seguridad, los interrogatorios… investigué todo lo que pude sin llamar tanto la atención, pero no había rastro de mi compañero, cuando casi todo estaba perdido, pensé en Dylan, si acaso el me recordaba entonces me podría ayudar a entender todo esto…  hice todo lo posible para poder ingresar al lugar en donde se encontraba Dylan  y poder hablar con él, me costó mucho hacerlo siendo que a todos les extrañaba de sobremanera mi comportamiento, aunque yo no entendía como eso era posible, mi comportamiento siempre ha sido el mismo.

Tardé varias horas en llegar conduciendo a aquel lugar, era un gran edificio blanco, en cuya vieja y oxidada entrada decía: “SANATORIO MENTAL ADERSWILL”; había escuchado rumores de ese lugar, pero no entendía porque mi amigo estaba aquí.
Dentro de aquel lugar, tanto la recepcionista como las enfermeras eran muy amables, pude entrar sin ningún problema únicamente mostrando el papel de aprobación por el jefe.
Una enfermera, antes de entrar a la habitación de Dylan me pidió una serie de objetos explicándome que era por la seguridad del paciente… mi amigo se encontraba en una habitación completamente blanca y forrada de esponja del mismo color, dentro de ese lugar solo había una pequeña cama y una silla, la pared del fondo era en su totalidad una ventana a través de la cual se veía el hermoso atardecer.
Dylan estaba mirando por la ventana, pero tal parecía que se percató de mi presencia… según lo que me habían dicho y por lo que podía ver, él estaba mucho mejor de lo que esperaba.

- Amigo… ¿me recuerdas? (dije un poco dudoso al no saber cómo tratarlo mientras lentamente me acercaba a él) soy yo, Cristopher
- Claro, como olvidarme de ti.
- Qué alivio, todo esto estaba por enloquecerme, pensé que_
- Tu eres el engreído (dijo Dylan interrumpiéndome con un tono desafiante) que siempre se ha creído superior a nosotros solo porque ha resuelto más casos.
- ¿Qué?... espera un momento, yo no estoy muy por encima de ti en la cantidad de casos que he resuelto, y aun que lo estuviera yo no tendría por qué creerme superior a nadie.
- El Cristopher que yo conozco sí, pero dime (dijo mientras se daba media vuelta para poder verme el rostro) ¿Qué te ha obligado a venir aquí? Tú eras de los más felices con que yo entrara en este lugar, ¿Por qué has venido a verme?
- ¿En verdad yo hice eso?; no lo puedo creer.
- En este momento no te sirve de nada fingir, yo era el único detective a tu altura en la unidad, dime, ¿ahora que no estoy las cosas han ido mejor para ti?
- ¿de que estas hablando?... estoy dentro de un gran problema, y no supe a quién más acudir, tú eres mi única esperanza.

Dylan me miró a los ojos durante varios segundos, seguido me dijo:

- Tu mirada, tu mirada es diferente. No pareces el mismo hombre prepotente que conocí, dime, ¿Cuál es el problema que te acongoja?
- No sé cómo explicarte esto… mi mundo ha cambiado completamente, todo es diferente a lo que recuerdo, es como si todo a quien conozco me estuviera jugando una broma, incluso mi compañero ha desaparecido y no ha dejado rastro de él.
- ¿tu compañero? Tú prefieres trabajar solo, de hecho siempre ha sido así, te obligaban a tener un compañero, y desde la muerte de Carl pudiste finalmente trabajar en solitario, ¿ahora me dices que tienes un compañero?
- Ese es el problema, yo no lo recuerdo, para el resto del mundo soy como tú me describes, alguien egoísta, alguien solitario, pero… (le dije gritando) ¡yo no soy así!
- Sí, es verdad, tienes una actitud sumamente diferente, no, no eres el mismo Cristopher Meyer que yo conozco… pero… si lo que dices es verdad lo más probable es que tu mundo no cambiara, tu mundo no es el que está mal…
- Entonces…. ¿Qué es lo que pasa?
- El que cambió fuiste tú, el que está equivocado eres tu Cristopher.
- ¿yo?... ¿de qué forma?
- Simplemente estas en el mundo equivocado, estas en un mundo en donde tu compañero no existe, en donde yo estoy encerrado en este lugar y en donde tu excompañero está muerto, entre muchas otras cosas, claro, todo esto suponiendo que en tu mundo fuera diferente.
- Sí, eso tiene algo de sentido… pero… ¿Qué puedo hacer para regresar?
- En eso no te puedo dar una respuesta concreta, pero dime… en donde estabas antes de que llegaras a este mundo paralelo.
- Bueno, tal vez no me creas… pero… estaba en el baño de un departamento investigando un caso, a mi lado se encontraba mi compañero herido con arma blanca y frente a mí se encontraba una niña muerta hace 50 años.
- ¿muerta hace 50 años? ¿acaso te refieres a un…
- Sí, un fantasma
- Fantasma…FANTASMA…. ¿DIJISTE FANTASMA?

Dylan comenzó a actuar de una forma aterradoramente desquiciada que me fue imposible quedarme a mirar, en poco las enfermeras llegaron al escuchar los desenfrenados gritos de Dylan, pensándolo bien me hubiera gustado quedarme un poco más para hacerle unas cuantas preguntas cuando despertara, pero en medio del caos una de las enfermeras me pidió que me retirara y no tuve más que hacer caso a lo que me dijo.
Saliendo de aquel lugar lo primero que hice fue llamar a Lilian con mi destrozado pero funcional móvil, tenía muchas dudas y sin importar en el mundo que estuviera era ella la única que las podía aclarar.

- Lilian, habla Cristopher, necesito que me des un poco de información, ¿crees que la puedes conseguir para mí? Por favor, enserio la necesito.
- Claro, no hay problema, pero depende de qué tipo de información… Cristopher, te estas comportando mucho más amable de lo habitual, ¿se debe a algo en especial ese cambio de actitud? ¿acaso alguna chica?
- No, nada de eso, intento ser mejor persona, solo digamos que es el nuevo yo.
- Bueno… ¿Qué clase de información quieres que te consiga?
- Necesito el informe del último caso de Dylan White.
- ¿Qué? Esa información es confidencial, no te la puedo dar… además… ¿para que la quieres?
- Bueno, acabo de hablar con el-
- ¿¿QUÉ TU HICISTE QUE??
- Lo que escuchaste, hable con Dylan, en este momento estoy afuera del instituto en donde está internado.
- ¿Por qué fuiste a hablar con él?… y… ¿Cómo fue que el jefe te lo permitió?
- Esos detalles no importan, por favor, necesito ese informe, necesito saber que le sucedió para que un hombre como el llegara a este punto.
- Lo lamento, créeme que quiero ayudarte, pero no tengo permitido dar a nadie ese tipo de información… lo siento.
- No, espera no cuelgues aun… es verdad, no me puedes dar el informe, pero tú lo leíste al igual que los de todos ¿no es así?
- Bueno, sí, pero…
- Por favor, Lilian, te lo suplico, necesito saber lo que decía ese papel.
- ¿Enserio no lo recuerdas? Todos se enteraron de eso y tú fuiste el primero en saberlo.
- Por más extraño que suene, no, no recuerdo nada, tengo una idea de que puede contener ese papel, pero necesito todos los detalles posibles…
- Si haces esto para molestar a Dylan créeme que no te perdonaré.
- No, hablo muy enserio, no pienso burlarme de él.
- Está bien, te lo diré, pero prométeme no volver a tocar el tema, y prométeme que no lo molestarás.
- No me burlaré de él si eso es lo que quieres escuchar, pero dependiendo de lo que ese papel diga tendré que tomar una decisión, y lamentablemente creo que Dylan es el único que me puede ayudar.
- Está bien, te diré, en su informe Dylan describía a gran detalle como… de una manera….


Corrí lo más rápido que pude hacía la habitación de Dylan, al entrar pude ver como se encontraba atado a su cama con fuertes correas, al parecer ya se había calmado, pero al verme nuevamente enloqueció, inmediatamente una de las enfermeras me pidió que saliera de la habitación pero yo hice caso omiso a su petición, continué caminando y a cada segundo White enloquecía más, y más, estando casi frente a él una segunda enfermera me pidió retirarme:

- Por favor señor, tiene que irse, su presencia no es confortante para el paciente.
- Lo lamento, pero esto es un caso de vida o muerte, no puedo irme.

Estando frente a mi amigo lo miré dulcemente a los ojos, recargué sutilmente mi mano sobre su hombro, y le dije:

- Aquel día, ya se lo que sucedió… un fantasma asesino a tu compañero, pero nadie te creyó, y todos dijeron que tú lo asesinaste por que las balas en su cuerpo habían salido de tu arma, pero, no enloqueciste por eso, no porque tu amigo muriera, caíste en la locura porque hasta hoy nadie te creyó, (en ese momento Dylan apartó la mirada y derramó unas cuantas lagrimas) tranquilo, no llores, sé que todo eso es verdad, no solo porque a mí me ha pasado algo similar, sino también porque eres mi amigo.
- ¿tu… amigo?
- Así es… Dylan, al igual que tú me encuentro atrapado en un lugar al cual no pertenezco, pero… prometo que te sacaré de aquí sin importarme cual sea tu respuesta, dime Dylan… ¿hay forma de regresar al lugar en donde pertenezco?
(Sin decirme nada Dylan giró la cabeza hacia los lados dándome a entender que era imposible)
Está bien (dije mientras caminaba a la puerta) como ya te dije, te sacaré de este lugar, tu no perteneces aquí, sin importar lo que me cueste o el tiempo que tarde, es una promesa.

Con aquellas palabras le di la bienvenida a mi nuevo compañero…

Por algún motivo he despertado en este otro mundo tan diferente al que recuerdo, aún tengo muchas dudas sobre todo esto… “¿Qué era esa niña?... ¿Qué es lo que debo hacer ahora?... ¿Cómo podré sacar a Dylan de ese lugar?... ¿en verdad no habrá forma de regresar?... mi compañero… Sam… ¿en verdad habrá muerto?”
De todas aquellas preguntas solo tenía respuesta a la última; no, mi compañero no ha muerto, nunca morirá, porque dentro de mí siempre existirá una parte de él, y sin importarme que él no exista en este mundo para mí siempre existirá, y en mi corazón siempre tendrá un lugar como lo que fue, como mi compañero, y mi amigo…

Pese a todo, aún hay una cuestión que ronda mi mente… ¿Por qué ha sucedido esto?















¿Por qué?....
Por qué una persona que no existe… no puede morir…









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Historia by: dark leyend
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